En respuesta al encarcelamiento de la alcaldesa de Arrasate, Ino Galparsoro, y para decir «stop» al «estado de excepción» en Euskal Herria, cientos de vascos tomaron ayer las calles secundando la convocatoria de la izquierda abertzale. Las concentraciones, encarteladas y mani- festaciones se sucedieron por la mañana y al atardecer a lo largo y ancho del país.

En Bilbo, al mediodía, un centenar de personas, a convocatoria de LAB, recorrió el trayecto entre la plaza Moyúa y los Jardines de Albia, frente a la sede del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), para reclamar la libertad de la primera edil independentista.

Ante la sede judicial, el responsable de Comunicación de la central abertzale, Txutxi Ariznabarreta, tildó de escandalo- so el encarcelamiento: «Desde el punto de vista judicial, no tiene por dónde agarrar y junto a ello, están dándose hechos que realmente conculcan directamente los derechos más básicos, como el cierre de la sede de ANV esta misma semana en Portugalete. No sólo eso, porque a su vez se mantienen redadas contra la juventud y no tenemos que olvidar que también se mantiene un juicio en Madrid contra los militantes del movimiento pro-amnistía».

Criticó que el PSOE sigue «apostando por la negación de derechos y la represión» y opinó que todo esto no hubiera sucedido «sin el papel que está jugando el PNV, que en sus movi- mientos táctico-estratégicos está supeditándose totalmente a la estrategia de Madrid». Incidió en que el Gobierno español «ya sabe muy bien en qué dirección hay que ir para superar esta situación de conflicto político de fondo: el reconocimiento de la existencia de un pueblo y el respeto de sus derechos; y entre ellos, es clave el derecho a decidir de su ciudadanía».

Por lo que respecta al resto de movilizaciones convocadas en protesta por los últimos ataques a la izquierda abertzale, en el campus de Leioa de la UPV-EHU 120 personas participaron en una manifestación, en Deba fueron 100 al mediodía y 35 por la tarde, en Irun 50 por la mañana y 75 por la tarde, en Urduña 300 al mediodía y 42 al atardecer, en Getaria 30, en Lazkao 45, en Alegia 30, en Leioa 40, en Algorta 75, en Lasarte-Oria 50, en Anoeta 20, en Ortuella 30, en Arbizu 45, en Legorreta 30, en Otxandio 40, en Gares 18, en Etxarri-Aranatz 40 y en Balmaseda 20.

En Zumaia, al mediodía, varias decenas de alumnos llevaron a cabo un paro de una hora, que aprovecharon para celebrar una encartelada. La protesta de Galdakao reunió a 60 vecinos, la de Aretxabaleta a 38, la de Usurbil a 50, la de Sestao a 30, la de Aduna a 12, la de Ziordia a 25, la de Laudio a 120, la de la Parte Vieja de Donostia a 30, la de Erandio a 50, la de Mallabia a 17, la de Santurtzi a 90, la de Arrigorriaga a 40, la de Plentzia a 37, la de Iruñea a 150 (se llevó a cabo ante la sede del PSN, donde la Policía española llegó a identificar a varias personas y arrebatar la pancarta), la de Zaldibar a 15 y la de Aulesti a 74.

Sabotajes en la línea férrea

Por otro lado, también en denuncia de los útimos episodios represivos y de la estrategia emprendida contra el independentismo vasco, un comunicante anónimo asumió el ataque registrado a primera hora de ayer en Bedia contra la catenaria de la línea férrea de EuskoTren. Según dijo, la acción consistió en «una respuesta al estado de excepción que vive Euskal Herria».

Un sabotaje similar se produjo, también a primera hora y contra la catenaria de la misma compañía, en las inmediaciones de la estación de Atxuri-Bilbo.

Los ataques obligaron a suspender la circulación ferroviaria entre Bilbo y Donostia y establecer un servicio de transbordo en autobús en la mayor parte del recorrido entre ambas capitales.