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ZINEMALDIA

«El truco del manco» es su honestidad, que atrapa de lleno al gran público

Después de tanto esfuerzo y multitud de avatares en pos de un sueño, «El Cuajo» exclama «lo conseguí» a Alfonso, tras conseguir liarse un «peta» en el enésimo intento pese a su incapacidad física. Así acaba una película que muestra cómo dos amigos caminan apoyándose el uno en el otro, tratando de superar las barreras que la «puta vida» les pone al paso.

Anartz BILBAO | DONOSTIA

En una introducción inusual, Juan Manuel Montilla Langui, acompañado de un cuarteto de cuerda, rapeó el tema principal de «El truco del manco». Lo hizo en el estreno ante el público, la noche del domingo, de la película en la que el cantante del grupo madrileño de hip hop La Excepción interpreta a un personaje con una invalidez física y un espíritu de superación similares a los suyos; en una cinta sin sensiblería que, a pesar de su dureza, no deja un poso amargo y hace sonreír a los espectadores.

Nada más finalizar el pase, y aún noqueados por la ovación encendida del público, abordamos, entre celebraciones y felicitaciones, al director Santiago A. Zannou y a los protagonistas Juan Manuel Montilla Langui y Ovono Candela. «El truco del manco» es el debut en largo de Zannou, una apuesta arriesgada que cuenta una historia dura, sin concesiones. «Para mí es inevitable. Las historias que escribo tienen fuerza y visceralidad, porque no parten de algo mental sino de las entrañas».

Así, la cinta muestra las enormes dificultades de dos amigos por alcanzar el sueño de crear su propio estudio de grabación en un barrio marginal y un entorno desestructurado, con el añadido de que el más lanzao p´alante de ellos sufre una incapacidad física importante.

Ahondando en la historia, «la parte bonita de la película es la de la amistad», reflexiona el director. Indudablemente, «la vida es dura, muy difícil, y el encontrar a alguien que te dé una caricia o que te pase un `peta' te ayuda a seguir viviendo y a tirar hacia adelante». En un contexto hostil -«es cierto que el entorno es duro»- y aunque la vida seguirá siendo muy difícil, «los dos seguirán adelante juntos de la mano, y creo que eso es muy importante». Preguntado sobre el trabajo con actores no profesionales, Zannou nos corrige para remarcar que «no es que no fueran profesionales, sino que no tenían experiencia». Según el realizador, «han demostrado ser muy profesionales, porque han currado once horas de ensayos todos los días, incluídos sábados y domingos, y además han tenido que visualizar películas después». Cabe aclarar que la mayoría de intérpretes de la cinta, gente que habita y conoce bien la marginalidad que esta muestra, se estrenan en labores cinematográficas. «Abrimos el casting con la intención de ser honestos para contar una historia así, porque estábamos seguros de encontrar talento». Al fin y al cabo, la película, callejera y real, «es una historia directa y emocional que muestra su corazón», de ahí el recibimiento ayer del público ayer.

Responsable también del guión, junto a Iván Morales, interrogamos a Zannou sobre la importancia del Langui en el proyecto, para quien parece escrito el personaje de El Cuajo. «Conocí a Juan Manuel Montilla antes de que hiciese (con La Excepción) su primer disco, `Cata Cheli', que grabaron en el estudio de mi hermano», explica el director, quien vio en él a «un tío con mucha fuerza, empuje y ganas». Surgió entre ellos la amistad y «a partir de ahí, empiezas a pensar que se puede dibujar un personaje que, no nos vamos a engañar, nos da a todos sopas con hondas: dificultad física, familia totalmente desestructurada... pero muchas ganas de luchar y tirar para adelante». El mensaje de la película lo dice bien claro: «A mí no me digas que no se puede». Es por ello por lo que el público se encariña enseguida de El Cuajo y por lo que «he contado con la gente de los barrios, porque en las clases humildes hay muchísimo talento, pero no hay oportunidades», resalta Zannou, quien ha rodado la película en barrios periféricos de Barcelona, con un equipo que, se intuye, ha creado una piña en torno a la cinta. «Si la película hablaba de verdad y era honesta, nosotros teníamos que estar al mismo nivel, y no hablo sólo de director e intérpretes, sino de todo el equipo, producción...».

Complicidad

Por su parte, para Juan Manuel Montilla Langui, integrante del grupo de hip hop La Excepción, esta ha sido su «primera experiencia cinematográfica, tras cinco años de preparación». Cuestionado sobre una probable continuidad en el mundo de la interpretación, el carismático Langui reconoce que, en un futuro, «si viene un guión tendría que ser como éste, una historia honesta de un director que se rompa los cuernos por ella». En «El truco del manco», Langui interpreta el papel de El Cuajo, con quien guarda evidentes similitudes, en cuanto a su discapacidad física. «Tenemos los mismos problemas a la hora de bajar escaleras, de meterme en la ducha, de andar o de rapear...». En definitiva, los problemas cotidianos y las barreras arquitectónicas a las que se enfrenta con su minusvalía, además de «su afán, ilusión y pasión por salir adelante con lo que él se cree capacitado, la música». Todo lo demás, «es interpretación, saber conocer a El Cuajo», porque no tienen en común «las maneras ni la forma de ser». En definitiva, «`si me caigo me vuelvo a levantar' es lo que tenemos en común».

Pero en la película El Cuajo no camina solo. Ovono Candela interpreta a Adolfo, su apoyo principalmente en el aspecto físico, aunque sea El Cuajo quien tire adelante en el anímico. Ambos consiguen una complicidad que, confiesa Candela, «logramos tras convivir un tiempo y adaptarnos». En muchos detalles no debió de ser fácil «ir andando al mismo ritmo, la gran diferencia de altura entre uno y otro...», pero, al final, «la amistad fluyó y, salvados los obstáculos iniciales, fue mucho más fácil porque ya teníamos una mirada, una complicidad». La inexperiencia era su hándicap principal, pero «nos enfrentamos juntos a ello y creo que hemos ganado», agrega Candela orgulloso. En su opinión, «se ha buscado autenticidad, contar una historia con credibilidad, palpable». Al final de la película, «la amistad es lo que vale por encima de todas las dificultades», resumen los dos protagonistas, satisfechos del resultado final. «El esfuerzo ha sido grande y esperamos que la recompensa también lo sea. Ha valido la pena».

ÓPERA PRIMA

Santiago A. Zannou, curtido en la dirección de cortos y de vídeos musicales, se estrena en los largometrajes con una cinta dura y honesta, interpretada por actores sin experiencia que superan con éxito la arriesgada apuesta

«EL LANGUI»

Cantante de La Excepción e impedido físico, «El Langui» interpreta en la cinta a «El Cuajo», personaje con el que comparte una fuerza de voluntad tenaz para superar todo tipo de obstáculos y pelear sin descanso por sus sueños

DRAMA SOCIAL

En una historia a la que no le falta de nada (trapicheos, matones de barrio, yonquis...), la película muestra el sueño de dos amigos por montar un estudio de grabación propio, con un personaje principal que sufre una discapacidad física

Nuevos Directores

Título: «El truco del manco».

Dirección: Santiago A. Zannou.

Guión: Santiago A. Zannou e Iván Morales.

Intérpretes: Juan Manuel Montilla «Langui», Ovono Candela.

País: Estado español.

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