Al menos treinta personas murieron ayer y unas cincuenta resultaron heridas en un atentado registrado en los alrededores de una mezquita chií en la populosa ciudad de Dera Ghazi Khan, en el este de Pakistán, informaron fuentes policiales.

Las mismas fuentes indicaron que una bomba estalló en la zona de Saddar de esta localidad, situada en la provincia de Punjab. El atentado tuvo lugar mientras numerosos fieles llevaban a cabo una procesión cerca del templo, donde estaba a punto de comenzar un servicio religioso, según el inspector general de la Policía de la región, Shaukat Javed.

Javed apuntó a la posibilidad de que el atentado fuera obra de un suicida, ya que no había ningún cráter en el suelo.

«La explosión, que ha causado grandes daños en la mezquita y en otro edificio religioso chií, se produjo en aproximadamente quince metros del templo. Es un ataque terrorista que busca una reacción de los chiíes», explicó.

Otro responsable policial, Athar Mubarikhe, precisó que el kamikaze llevaba una chaqueta con entre 12 y 14 kilogramos de explosivos.

Los chiíes representan en torno al 20% de los 160 millones de habitantes de Pakistán, donde los suníes representan la mayoría religiosa. Ambas comunidades conviven en diversos puntos del país, aunque con fre- cuencia se registran altercados y atentados, especialmente contra lugares de culto. Más de 4.000 personas han muerto en actos de violencia por motivos religiosos desde 1980.

El martes, una explosión en una mezquita suní de Dera Ismael Khan, en el noroeste del país, mató a una persona e hirió a dieciocho más.