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Aimar Olaizola sí tenía prisa

Cinco brillantísimos minutos del de Goizueta decantaron un partido muy igualado hasta el empate a nueve.

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TITÍN III-PASCUAL 16

OLAIZOLA II-MENDIZ. 22

Jon ORMAZABAL

Viendo el aspecto que mostraba el Labrit iruindarra ayer por la tarde-noche, cualquiera diría que el de hoy es día lectivo, pero sí, hoy tocará el despertador para muchos trabajadores y Aimar Olaizola parece estar entre esos que tienen compromisos matutinos. Y es que, tras un enrevesado e igualado comienzo de partido, el de Goizueta decidió a partir del empate a nueve que aquello tenía que terminar antes de que se hiciera tarde y a base de remates de todo tipo pegó un arreón que sacó del partido a Titín y a un Pascual que había dominado con autoridad hasta entonces.

El de Goizueta, que terminó apuntándose doce tantos en juego más dos de saque, demostró que se crece cada vez que los partidos adquieren más importancia y, con un Oier Mendizabal muy seguro, sumó la tercera victoria con la que empatan con Titín III-Pascual y Xala-Zubieta en el grupo de perseguidores de Irujo-Beroiz. Los cuatro tantos concedidos tras el 21-12 les condenan a la cola de esta terna de aspirantes.

Partido extraño

Igual que el horario en el que los intereses televisivos pusieron el partido, el desarrollo del partido resultó extraño, ya que hasta que Aimar Olaizola dio ese estirón en el marcador, ninguna de las dos parejas consiguió abrir brecha en el marcador a pesar del dominio que Iñigo Pascual ejerció en la zaga.

Los dos delanteros comenzaron implicados e intercambiaron recursos ofensivos, mientras que en los cuadros traseros Iñigo Pascual soltaba fuertes pelotazos ante los que Mendizabal se defendía con decoro.

Las cosas se igualaban debido a que el de Abarzuza falló más pelotas que el zaguero guipuzcoano, que sólo cometió un error no forzado en todo el partido -una pelota que se le escapó bajo chapa- que puso el 6-6 en el marcador.

Los de Asegarce no daban con el material que más se suele adecuar a sus intereses -Aimar metió inusualmente dos pelotas en el rebote- y las cosas estuvieron muy igualadas hasta una vuelta que concedió el juez por estorbada de Titín a Oier Mendizabal.

En ese instante, Aimar Olaizola tiró de repertorio y en apenas cinco minutos abrió el hueco que nadie había sido capaz de crear hasta entonces y el parcial de 8-0 que consiguieron los de Asegarce resultó definitivo, pese a que los errores del final deslucieron algo su triunfo.

 

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