Tres jornadas sin mojar
La difícil combinación de juego y resultados
Los rojiblancos lamentan que la buena imagen de los últimos partidos no se haya reflejado en victorias.
Amaia U. LASAGABASTER
Qué cosas tiene el fútbol. Cuántas veces se ha oído decir que el juego del Athletic aburre a las ovejas, pero que los resultados han permitido a Joaquín Caparrós no ya mantenerse en el cargo, sino incluso renovar. Pues precisamente cuando esos resultados empiezan a permitir soñar, la tortilla parece haber dado la vuelta.
Hace veinte días se ganó al Valladolid en un partido justito, pero efectivo. Desde entonces, el fútbol no ha acabado de ser justo con los rojiblancos. Se acumularon ocasiones en Gijón, se tiró de ambición y juego estando en inferioridad ante el Getafe, y se firmó una gran primera parte frente al Atlético. La recompensa, un triste par de puntos que, por lo menos, ha permitido al Athletic regresar a posiciones europeas.
No es fácil encontrar la razón, porque cada partido ha tenido sus circunstancias. Pero es evidente que, al menos lejos de San Mamés, los bilbainos están pecando de una miopía considerable, lo que obliga a firmar partidos defensivamente perfectos para regresar con algo positivo. Ese mal, de todos modos, no es nuevo. Desde que hace más de tres meses se impusiera en Zaragoza por 1-2, el Athletic no ha vuelto a ganar como visitante. Entre otras cosas, porque sólo ha sido capaz de anotar tres goles en los ocho últimos desplazamientos -nueve, si se incluye el viaje a Bruselas-. En algunos casos, castigo merecido por la pobre imagen del equipo, pero a todas luces injusto en otros, sobre todo en estas últimas jornadas, en las que ha mejorado considerablemente su imagen.
Dentro de lo malo, las cifras, totalmente inversas -cinco victorias y un empate en las seis últimas comparecencias, en las que el Athletic ha anotado nada menos que 14 goles-, en San Mamés, mantienen vivos a los bilbainos en la pelea continental. Pero con el tropiezo de la semana pasada frente al Getafe, cuando se repitió esa sensación de haber merecido más, ha surgido un punto de preocupación, aunque sólo sea porque contribuye a prolongar a tres las jornadas consecutivas sin mojar para el Athletic, precisamente cuando toca pisar el acelerador.
Visto que la combinación de juego y resultados parece no ya difícil, sino directamente imposibles, los jugadores tienen clara su preferencia. Donde haya tres puntos, que se quite lo demás.
El equilibrio
«Está claro que todos queremos jugar bien y ganar -reconoce Carlos Gurpegi-, pero ahora no lo estamos haciendo. En Gijón y en Madrid fuimos superiores y no ganamos, y quizá en Zaragoza o Almería no hicimos partidos tan vistosos y sí ganamos. A día de hoy prefiero ganar, aunque no juguemos tan bien». «El equipo está cómodo y con confianza, tiene los partidos más o menos controlados y crea ocasiones. Ahora tenemos que buscar el equilibrio -añadió Igor Gabilondo-, aunque igual el día que ganemos jugando mal, alguno se queja».
En cuanto a los motivos, ambos reconocen que, sobre todo fuera de casa, está faltando puntería. «La maldición es que no metemos las ocasiones. El otro día tuvimos enfrente a dos de los mejores delanteros de la Liga y ellos las metieron y nosotros no», lamentó Gurpegi. «Estamos siendo ambiciosos, pero en los últimos partidos nos ha faltado puntería para haber sumado algún punto más», corroboró su compañero.
Con el derbi entre Bilbao Athletic y Alavés en Lezama -todas las entradas puestas a la venta se han agotado- Joaquín Caparrós ultimará los detalles del encuentro frente al Racing en San Mamés, donde el entrenamiento (10.30) se desarrollará a puerta cerrada. En la sesión de ayer, Fernando Amorebieta sufrió un fuerte golpe, aunque no parece que vaya a tener problemas para ser de la partida.
Miguel Ángel Portugal no podrá contar con Xisco. El jugador sufrió una contractura durante el entrenamiento del jueves y no se recuperará a tiempo para viajar a Bilbo. El entrenador del Racing, que prevé un partido «muy difícil», ha decidido viajar hoy mismo a Bilbo, donde quedará concentrado el equipo.
La victoria frente a la Real (4-1) permitió al Juvenil A proclamarse campeón de División de Honor, a tres jornadas de que concluya la Liga. Los rojiblancos aventajan en tres puntos más el golaverage al segundo clasificado, precisamente el equipo donostiarra. Bingen Arostegi ya llevó al equipo a la final de Copa la temporada pasada.