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Urkullu elucubra sobre la posible estrategia electoral de la izquierda abertzale

Iñigo Urkullu lanzó ayer una serie de elucubraciones en torno a la izquierda abertzale, llegando a decir que sospecha que podría no estar presente en las elecciones locales y forales del próximo año para, en connivencia con PSOE y PP, «marginar» al PNV de las instituciones.

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En una entrevista concedida a Europa Press, Iñigo Urkullu emplazó a ETA a declarar un cese definitivo de su actividad y a la izquierda abertzale a concurrir a los comicios municipales y forales, porque, según dijo, están «ante su última oportunidad».

Tras señalar que la izquierda abertzale debe «desmarcarse definitivamente» de ETA, señaló que ya ha tenido la «oportunidad» con «el atentado y asesinato» de un policía francés, y calificó de «insultante» que se afirme que ha sido «un incidente» o algo «fortuito». En este contexto, destacó «el riesgo que está asumiendo EA con esa interpretación generosa» que, a su juicio, «está realizando con el mundo de la izquierda abertzale, incluida ETA».

El líder jeltzale se refirió a las declaraciones realizadas por Mayor Oreja, en las que afirmó que el Gobierno español y ETA están negociando, y dijo que, al haber sido ministro de Interior, «tendrá fuentes de información que le hagan correr el riesgo de decir lo que está diciendo».

No obstante, insistió en que, «si tiene pruebas, las ponga encima de la mesa», porque se trata de «un tema muy delicado, como puede ser el de una supuesta negociación sin que medie un alto el fuego».

Agregó que «el Gobierno español sabrá qué es lo que tiene que hacer en su estrategia» con ETA, pero dejó claro que el PNV no entiende «otra cosa que un alto el fuego definitivo», sin jugar «otra vez con conceptos de `permanente', `duradero', `verificable', etcétera».

Tras indicar que no sabe si el Ejecutivo de Zapatero se atrevería a una nueva negociación con ETA, dijo sospechar que puede haber «tomas de temperatura, que es una forma de hablar, por medio directo o indirecto».

La Ley de Partidos

Urkullu afirmó que no le sorprendería que «el mundo de Batasuna» pudiera presentarse a las elecciones estatales, previstas para 2012. «Es una elucubración y una conjetura, pero sería el resultado de, o bien un proceso de pacificación o de una apuesta por el mundo político de la autodenominada izquierda abertzale ante ETA», señaló.

Para llegar a esta conclusión, recordó «la experiencia» vivida con «la aplicación arbitraria» de la Ley de Partidos y apeló a «la estrategia» que, según dijo, mantienen PSOE y PP, con «la connivencia» de la izquierda abertzale, para «marginar» al PNV en todas las instituciones vascas a partir de 2011, después de haberle desalojado del Gobierno de Lakua.

De esta forma, apuntó que en las elecciones forales y municipales del próximo año el PNV «puede verse desalojado en función de unos resultados electorales» facilitados «por el hecho» de que la izquierda abertzale no concurra a esos comicios.

Por ello, apostó por que se produzca «ya» un cese definitivo de ETA «o una apuesta política por parte de la izquierda abertzale frente a la organización terrorista», no sólo por «interés partidista-institucional, sino de normalización en la convivencia de la sociedad vasca». Urkullu destacó que el PSOE consigue «debilitar a todo lo que pueda ser el cuerpo nacionalista, incluida la izquierda abertzale», y recordó que en los comicios a las instituciones estatales el PSOE y el PP logran resultados diferentes a los de las autonómicas y municipales.

Aunque rechazó calificarlo como «un complot» contra el PNV, dijo que hay que interpretarlo como «una estrategia de debilitamiento al adversario político» y una búsqueda de «la consolidación de un Estado uniforme en el que prime la unidad de regiones y no el Estado de las autonomías».

En esta línea, dijo que la izquierda abertzale «ha podido aplaudir todo castigo que pudiera sufrir el PNV», y agregó que, «en estos momentos, se han dado cuenta de que el Gobierno vasco no está respondiendo a lo que es un estatus de autogobierno, a un hecho diferencial, ni siquiera a unas señas de identidad de Euskadi».

Tras lamentar la «atomización» del nacionalismo vasco, recordó el llamamiento que hizo en el Aberri Eguna a «darle la vuelta» al pacto entre PSE y PP. Lamentó que su discurso se haya «interpretado de manera torticera, interesada y retorcida por formaciones políticas de uno y otro color».

«Creo que es bastante notorio que nuestro emplazamiento no es al mundo de Batasuna, con el que no nos une, en este momento, nada. El objetivo del PNV son aquellas personas que puedan tener una sintonía con el modelo de sociedad que el PNV propugna», precisó.

Por último, afirmó que el manifiesto de los mediadores internacionales responde a «un ejercicio de ETA y la izquierda abertzale» de intentar «allanar un posible proceso de conversaciones y negociaciones».

Leopoldo Barreda, portavoz del PP en la Cámara de Gasteiz, respondió a Urkullu que «su reflexión trata más de enredar que de aportar claridad», le instó a superar su «permanente victimismo» y aseguró que «ningún partido político plantea estrategias con ETA para ningunear al PNV». En cuanto a las posibles «tomas de temperatura con ETA», le emplazó a que, «si tiene alguna información, lo diga».

Ilegalización

El presidente del EBB del PNV destacó «la aplicación arbitraria» de la Ley de Partidos, obviando la continua serie de ilegalizaciones de candidaturas abertzales.

Marginación

Recuperó el discurso de una supuesta «connivencia» entre PSOE y PP, por un lado, y Batasuna, por otra, para intentar marginar al PNV de las instituciones.

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