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Txetxu Aurrekoetxea Militante de EA

Carta abierta a Mario Fernández

Los 15.000 millones de euros que es preciso reducir antes del ejercicio 2011, tú mejor que nadie sabes y conoces de dónde se pueden sacar, pero por si acaso te voy a recordar algunas medidas que no van dirigidas a los más débiles

Empiezo esta carta, amigo Mario, diciéndote que estoy en total desacuerdo con tu posicionamiento ante las medidas que para reducir el elevado déficit público ha anunciado que va a poner en marcha el Estado español.

No es posible que dado el contenido de algunas de las medidas a adoptar, como por ejemplo la disminución de salarios previamente negociados, o la más grave, la congelación de las pensiones, digas que «la música del ajuste me suena bien» y «por primera vez se va en la buena dirección». Pues a mí no me suenan bien ni acompañadas estas medidas, con los coros de «Nabucco» y la orquesta de Euskal Herria en el foso interpretándolas.

Que es preciso reducir el déficit público, de acuerdo, pero que se reduzca de las partidas de los responsables, de los que nos han llevado a esta situación y que tú, con muy buen criterio, llamas, «conjunto de delincuentes».

Son los que han provocado esta situación y no las denominadas clases pasivas, que después de haber cotizado durante 50 años y haber aportado a la caja de la Seguridad Social miles de millones de las antiguas pesetas, tienen en la actualidad, que ver cómo sus pobres pensiones van a ser congeladas.

Los 15.000 millones de euros que es preciso reducir antes del ejercicio 2011, tú mejor que nadie sabes y conoces de dónde se pueden sacar, pero por si acaso te voy a recordar algunas medidas que no van dirigidas a los más débiles, los trabajadores y trabajadoras, únicos que, en estos momentos se sabe, en ningún caso y bajo ningún concepto han sido responsables de este «desaguisado».

Sin entrar en terrenos que conoces muy bien, es decir, la Banca en todas sus facetas y especialidades, que ha utilizado una ingente cantidad de miles de millones de euros del Estado (léase de toda la ciudadanía, incluidos trabajadores activos y pasivos que ahora son ninguneados), sin intereses y a fondo perdido, a pesar de haber finalizado el ejercicio 2009, siguiendo en el primer trimestre de año 2010 en idéntica tendencia a pesar de la crisis, con miles de millones de beneficio, que ninguno de ellos ha ido a parar a las arcas del erario público.

Por tanto, éste es un capítulo de donde se podía retornar alguna «pequeña cantidad» para dejar quietas algunas partidas sociales que van a ser disminuidas.

Y si no, que se lo pregunten al Nobel de Economía del año 1981, el Sr. Tobin, ideólogo de la famosa tasa que lleva su nombre y que iba a ser dirigida fundamentalmente contra esos que tu denominas «delincuentes» por sus operaciones puramente especulativas.

¿Dónde se encuentra en la actualidad la «tasa Tobin»?

Pero dejando este capítulo aparcado, solamente te voy a recordar unas cifras provenientes de los Presupuestos Generales del Estado del ejercicio 2010, correspondientes a lo que todos y todas dedicamos al Ministerio de Defensa, que entre los años 2000 y 2010 se han gastado la nada despreciable cantidad de 77.900 millones de euros y en el presente ejercicio asciende a 7.700 millones, distribuidos en 5.040 millones en gastos de personal, 1.043 millones en gastos corrientes, 1.202 en inversiones reales, 334 y 71 millones en transferencias corrientes y de capital, respectivamente.

Pero si analizamos partida por partida, nos encontramos con gastos tan interesantes para la defensa nacional como cerca de dos millones de euros para la «cría caballar», arma defensiva por excelencia; 0,6 millones para personal en la reserva, y así sucesivamente, pasando por los más de 42 millones, destinados al IN de Técnica Aeroespacial.

Se podía continuar analizando los presupuestos, de la Casa Real, de los ministerios de Vivienda, Cultura, etcétera, pero creo que los datos explicitados anteriormente son más que suficientes, y de todos ellos, sin grandes esfuerzos, se podía sacar la cantidad suficiente para salvar el déficit público.

Y ya más cerca, y antes de que podamos decidir por nosotros mismos, nuestro destino en libertad, sin injerencias de los estados español y francés, creo que es preciso ir estudiando unas reformas administrativas que simplifiquen nuestra pesada y dura Administración, ya que es insoportable económicamente en la actualidad la existencia de cuatro gobiernos y cuatro parlamentos, además de 251 municipios (sin incluir Nafarroa, ni Ipar Euskal Herria), lo que redundaría, sin duda, en beneficios sociales para toda la ciudadanía, tal y como se contemplaba en alguno de los informes nórdicos, del «Think Gaur. Euskadi 2020».

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