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Vuelta a Suiza

Burghardt supo jugar sus cartas bajo la lluvia

Aramendia entró en la fuga, pero las fuerzas le fallaron en el último puerto.

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EFE | DONOSTIA

El alemán Marcus Burghardt (BMC) se impuso bajo la lluvia en la quinta etapa de la Vuelta a Suiza. Una lluvia que, en buena medida, encogió los ánimos de los corredores camino de Frutigen, a pesar de que pronto cinco corredores se animaron a la aventura, con el navarro del Euskaltel Javier Aramendia entre ellos. El de Funes estuvo acompañado por el citado Marcus Burghardt, los italianos Daniel Oss (Liquigas) y Angelo Furlan (Lampre), y el holandés Martijn Maaskant (Garmin).

Aramendia era el mejor colocado en la general, a más de 11 minutos, y por lo tanto hubo vía libre para el quinteto, que no llegó en ningún momento a superar los cinco minutos de ventaja. El impulso del Rabobank y del Lotto fijó el retraso del pelotón en los tres minutos, por lo que el éxito de la fuga estuvo siempre en el aire.

El tramo clave de la etapa estaba en los últimos 50 kilómetros de meta, con los altos de Schallenberg (2ª) y el de Dorfstr (3ª), a 10 kilómetros de meta. En la cima del primero los escapados contaban con 2.39 de adelanto. La lluvia aportó prudencia en el pelotón, donde una caída desorganizó la labor de persecución.

En el segundo ascenso, Aramendia y Furlan perdieron la rueda de sus compañeros de escapada y, al paso por el alto de Dorfstr, ambos perdían 18 segundos sobre la cabeza de carrera, mientras que el pelotón, con Liquigas a la cabeza, permanecía a 1.15 de los tres escapados.

Los últimos kilómetros fueron un quiero y no puedo del pelotón que, con Saxo Bank a la cabeza, veía como el trío de cabeza se alejaba, a cinco de meta, en más de un minuto. Al paso por la pancarta de dos kilómetros para meta fue Burghardt el que lanzó un ataque y la falta de entendimiento de Maskaant y Oss, segundo y tercero, le permitió alzarse con la victoria en la meta.

Hoy se disputará la sexta etapa, entre Meiringen y La Punt, de 213 kilómetros. Los corredores tendrán que subir tres puertos durísimos: el Oberalpass, de primera categoría, y el Sustenpass y el Albulapass, categoría especial, éste último a unos cinco kilómetros de meta.

Todos miran a Cavendish como culpable de la caída

La espectacular caída del día anterior marcó, en gran medida, la quinta etapa de la Vuelta a Suiza. Los equipos que sufrieron bajas a causa del accidente -Cervelo (Haussler), Caisse (Coyot) y AG2R (Mondory)- protestaron contra la actitud de Mark Cavendish retrasando la salida de la etapa en diez minutos. Según explicó Gilles Mas, director del AG2R, su objetivo fue «enviar un mensaje a Cavendish para pedirle más respeto» en las llegadas masivas. El esprinter británico, por su parte, declaró tras ser multado por su maniobra, que no fue «el único responsable». Cavendish sufre rasguños y hematomas, pero no tiene ninguna fractura. GARA

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