Amnistía Internacional (AI) denunció la represión y el «clima de miedo» que se vive en Rwanda a causa de las recientes ejecuciones y detenciones de periodistas y dirigentes opositores y del cierre masivo de medios de comunicación. Al mismo tiempo, reclamó al Gobierno de Kigali que las elecciones presidenciales del lunes se celebren «en un entorno en el que los ruandeses puedan expresar libremente sus opiniones».

La muerte, entre finales de junio y mediados de julio, de un periodista y de un dirigente opositor críticos con el Gobierno del Frente Patriótico Ruandés (FPR) ha creado «un clima de represión que podría inhibir la libertad de expresión con vistas a las elecciones», advirtió AI.

«Ideología genocida»

AI recordó también que ninguno de los principales partidos de la oposición ha podido presentar su candidatura. El Partido Democrático Verde y las Fuerzas Democráticas Unificadas (FDU-Inkingi) han sufrido todo tipo de obstrucciones que les han impedido registrarse en las elecciones. El único partido opositor recién creado que ha podido registrarse, el Partido Social (PS-Imberakuri), finalmente no ha podido presentar una candidatura a causa de la detención de su líder, Bernard Ntaganda, el 24 de junio por los cargos de «ideología genocida» y «crear división». Estos cargos, según AI, se basaron en «leyes vagas, que exteriormente se utilizan para restringir la incitación al odio pero que se usan para silenciar a la disidencia legítima».

Por otra parte, recordó que a finales de junio, el Consejo Supremo de los Medios, organismo regulador próximo al FPR, ordenó el cierre de 30 medios de comunicación que no se habían ajustado a la Ley de Medios de 2009, una ley que, según AI, «restringe la libertad de prensa».