Alcaldes y concejales de la izquierda abertzale, acompañados de ciudadanos de diferentes localidades vizcainas, comparecieron ayer en Bilbo para anunciar el inicio de una dinámica de interlocución con todos los agentes sociales, sindicales y políticos «que son imprescindibles para impulsar el presente y construir el futuro de Bizkaia».

Unai Urruzuno y Arantza Urkaregi, en euskara y castellano respectivamente, confesaron que se enfrentan «a un gran reto» para articular un «proyecto alternativo» al apuntalado durante décadas por PNV y PSE, aunque aclararon que también son conscientes de que pueden trabajar en la configuración de una iniciativa política atractiva para los vizcainos.

«Vamos a construir un proyecto vivo e ilusionante, capaz de ser alternativa en un futuro próximo. Un proyecto -añadieron los portavoces- en favor de una Bizkaia en una Euskal Herria soberana, de izquierdas y solidaria».

A la hora de justificar la necesidad de impulsar el cambio político y social en Bizkaia, recordaron que el PNV, con los apoyos del PSE y en ocasiones del PP, han sido capaces «de cerrar la puerta a la voluntad expresada por la ciudadanía en las urnas, despreciando los votos de 72.181 vizcainas y vizcainos; pero no son capaces de decir claramente lo que son: especuladores profesionales que viven a costa de todas y todos».

«La crisis existe, es innegable, pero esta crisis es mucho más profunda que lo que creen, porque va más allá de la crisis económica, en este pueblo es la democracia la que está en crisis», subrayaron.

Representantes de la izquierda abertzale se concentraron ayer a la tarde en Bilbo ante el Consulado francés, donde Niko Moreno subrayó la «gravedad» que tiene la decisión de la Corte de Apelación de Pau contra Aurore Martin y llamaron a la manifestación de mañana en Baiona.