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El porcentaje de cada caja en el nuevo banco genera las primeras fricciones

El porcentaje de participación que cada caja tendrá en la nueva entidad resultante tras la fusión ha comenzado a generar fricciones. Según el proyecto elaborado por una consultoría externa, el capital del nuevo banco será ampliamente controlado por BBK, mientras a Kutxa y Vital se les otorgan participaciones inferiores a las que reivindican. El PP ya ha advertido de que no respaldará la fusión en esas condiciones.

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Joseba SALBADOR | DONOSTIA

Si muchos medios de comunicación tenían fijada su mirada en las asambleas que las cajas vascas celebrarán en setiembre para aprobar el proceso de fusión, la incertidumbre parece haber alcanzado a los consejos de administración de las cajas, tras conocerse el contenido del informe elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) para valorar el peso de cada caja en la nueva entidad.

Según las valoraciones realizadas por esa firma externa, a BBK se le ha adjudicado una horquilla accionarial de entre el 59% y el 64% del capital, mientras a Kutxa y Vital se les otorgan participaciones inferiores en el banco a las que éstas reivindican. Así, si la caja alavesa aspiraba a controlar entre el 12% y el 13% del capital del nuevo banco, todo parece indicar que se quedará con un 9% a cambio de todo su negocio y de sus participaciones. En cuanto a la Kutxa, se le concede un paquete accionarial de entre un 26% y un 30%, lo que supone una «minusvaloración» de su peso según fuentes de la entidad.

Este reparto ha creado malestar en el seno de Vital y de Kutxa, por lo que sus presidentes intensifican las gestiones para tratar de solventar estas diferencias. Según algunas fuentes, el lunes podría celebrarse una reunión entre Mario Fernández, Xabier Iturbe y Carlos Zapatero para resolver las diferencias surgidas en torno a las participaciones, de forma que los consejos de las tres cajas de ahorros puedan aprobarlos antes del próximo jueves.

El esquema diseñado por las cajas para su integración plantea utilizar el banco que ya ha constituido la BBK, tras solicitar ficha bancaria al Banco de España, para vehiculizar la operación. Será ese banco, que tendrá su sede en Bilbo y estará presidido por Mario Fernández, el que compre los activos de las entidades vizcaína, alavesa y guipuzcoana para, posteriormente, pasar a convertirse en propiedad de las tres cajas de ahorro.

Aviso del PP alavés

Tras conocer estos extremos, el PP de Araba advirtió ayer de que no respaldará la fusión si esta operación sólo otorga a la Vital el 9% de los activos

En un comunicado, esta formación denuncia que el acuerdo deja al territorio sin un instrumento financiero fundamental para el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas y produce una «pérdida de modelo tradicional de caja de ahorro, al convertirla en la parte ínfima de un banco propiedad de la BBK».

Para el PP, la negociación de los presidentes de las cajas «minusvalora el peso y el valor tanto de la caja alavesa, como del mercado que ocupa». En este sentido, recuerda que hace cuatro años el valor de la Caja Vital en una posible fusión era del 15%, por lo que «no se justifica este 9% que recibiría la entidad alavesa a cambio de traspasar todo su negocio». «Al parecer, la gestión realizada en los últimos cuatro años ha rebajado el peso de la Vital de esa manera», lamenta el PP.

Por ello, el PP alavés anuncia que «en estas circunstancias, no está en condiciones de dar su respaldo al procedimiento acordado para articular la fusión».

Asimismo, explica que en su momento dio su visto bueno a explorar las posibilidades de una fusión fría pero anunció que su decisión final sería en función del resultado de esas negociaciones, que, «de momento, están siendo muy desalentadoras».

Al parecer, el criterio sostenido por el PP alavés no es compartido por los miembros de la formación en Bizkaia, desde donde aseguran que la BBK ya está realizando un esfuerzo por ceder posiciones en el nuevo banco.

Caja Navarra adecúa sus estructuras al «nuevo escenario»

El consejo general de Caja Navarra aprobó ayer adecuar sus estructuras organizativa y funcional al «nuevo escenario de ejercicio indirecto de la actividad financiera», tras la segregación de su negocio a Banca Cívica, para lo cual elaborará un documento que establezca las bases para una reforma estatutaria.

En una sesión ordinaria en la que se aprobaron las cuentas anuales y el informe de gestión de 2010, el consejo general acordó destinar a reservas 40,5 de los 58,9 millones de euros de beneficio neto de 2010, mientras que el resto, 18,3 millones, se dedicará a obra social.

El consejo dio asimismo su visto bueno al Plan de Inversiones Navarra, por el que la entidad se compromete a invertir, en una primera fase, 20 millones de euros en proyectos empresariales innovadores y estratégicos para el territorio.

Entre los objetivos para este año, el consejo acordó establecer los mecanismos de control y seguimiento para supervisar el desarrollo del negocio financiero minorista en Nafarroa y la ejecución de las políticas comerciales establecidas por Banca Cívica.

La izquierda abertzale de Nafarroa, en una nota de prensa, asegura que el encuentro de ayer no fue una reunión ordinaria del consejo, sino «de los restos de una CAN que ha sido desmantelada, privatizada y puesta en manos de intereses ajenos a Navarra».

Tras negar que se pueda seguir hablando de la existencia de Caja Navarra, la izquierda abertzale responsabiliza de lo sucedido a UPN y PSOE y exige recuperar «el carácter público y social de la CAN». J.S.

BBK, con el 62%

Según el informe elaborado por Analistas Financieros Internacionales, la valoración media daría a BBK el 62% del capital del nuevo banco, a Kutxa el 28,4%, y a Vital el 9,6%.

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