«Cavendish es el esprínter más fuerte del pelotón, pero todavía le quedan cosas que aprender». Es la opinión de Mario Cipollini, una leyenda del sprint, ganador de 12 etapas del Tour entre 1993 y 1999. «Todavía necesita mejorar en la gestión de sus cualidades porque, con el equipo de que dispone, no hay excusas. Es el mejor y no está solo. A 800 metros de la llegada de Cap Fréhel tiraban de él sus compañeros Tony Martin, que es un gran corredor, y Matt Goss».

Al preguntarle sobre el comportamiento del británico, que se había dejado ir al final de la pasada temporada hasta pasarse de peso de forma evidente, Cipollini apunta la diferencia cultural entre un corredor como Cavendish, que procede de Isla de Man, y él mismo. «Yo nací en una región (la Toscana) donde el ciclismo tiene una historia. A los seis años vi por primera vez pasar el Giro al borde de la carretera, vi pasar a Felice Gimondi», recordaba sonriendo el Rey León. «Él (Cavendish) todavía debe aprender, en todo lo que se refiere al respeto a sí mismo, al respeto a su profesión. Con su talento, yo habría ganado 25 carreras, no cinco como ha hecho él». Y es que Cipollini ostenta el récord en el Giro, con 42 triunfos parciales. «Pero repito que no es un tema exclusivamente deportivo, es cultural».

Cavendish también pasa por ser uno de los corredores más odiados del pelotón, y la inquina que parece mostrar hacia él Mario Cipollini puede proceder de su encontronazo en el Tour de California en 2008.

Cipollini, otra figura polémica del ciclismo, volvió a las carreteras en 2008 y ambos coincidieron en California, el mayor esprínter de todos los tiempos y el que estaba llamado a sucederle. El encuentro entre ambos coincidió con el inicio del despegue de Cav, que a sus 23 años osó adelantar al italiano ¡pedaleando con una sola pierna!

Su mala fama le persigue. Hace una semana, cuando Rojas acusó a Petacchi de haberle dado un puñetazo durante la disputa del sprint, un periodista se le acercó a preguntarle sobre las acusaciones del español, deduciendo que había sido él. Cavendish tuvo que informarle de que la reclamación de Rojas era contra Petacchi, no contra él, y riñó al periodista.

Mientras Mario Cipollini instruye a Galimzyanov, otro gran velocista aconseja a Mark Cavendish en el HTC, Erik Zabel. Grabado se le quedó cuando le venció en los Cuatro Días de Dunkerque en 2007: «Me ganó muy bien y me dije: `Es un diamante en bruto'». Un año después ganaba su primera etapa en el Tour, y tres más en la misma edición, y ahora es el mejor esprínter del mundo.