Uno de los principales problemas de Lagun Aro GBC en su mal arranque liguero fue que cedía demasiados rebotes. Sobre todo a la hora de cerrar su aro, sufría más de la cuenta, y a partir de ese desfase -en la jornada de ayer, 47 rebotes para Valencia Basket, 16 de ellos en ataque, por 28 para los de Sito Alonso, con 9 rechaces ofensivos-, conseguir la victoria se volvía aún más difícil.

Difícil no, imposible. Las segundas oportunidades que dieron los donostiarras fueron el defecto que mejor aprovechó la escuadra entrenada por Velimir Perasovic. Con todo, los taronja sufrieron, ya que debieron ir a remolque en el marcador durante más de medio partido. Salgado y Vidal repartían juego, y Panko, Betts y el propio alero badalonés martilleaban el aro valenciano. Por parte valenciana, De Colo hacía daño desde fuera y el ex de Lagun Aro GBC Vitor Faverani causaba estragos en el interior gracias a su movilidad, mientras que Pietrus y Caner-Medley rebañaban todos los balones que no querían pasar por el aro.

Decicido en el último cuarto

Costó que los equipos tuvieron fluidez anotadora. Por ejemplo, el parcial del segundo cuarto fue un pésimo 8-9, lo que llevó el choque al descanso con 28-30 en el marcador. Por ejemplo, se echaron de menos los puntos de Baron -solo anotaría 3 , para una valoración de -5-.

A partir del final del tercer cuarto, la iniciativa pasó a ser local. El recuperado Markovic y Pietrus reclamaron su condición de recambios útiles, y lograron aportar lo preciso para que los de Perasovic se pusieran en cabeza, por mucho que se resistieran Betts y Vidal. La falta de acierto en el tiro y la ausencia de rebotes hicieron el resto.