Seis partidos separan a Osasuna de firmar una temporada brillante si finalmente consigue el derecho a participar en un torneo continental la próxima campaña. Todas las opciones están abiertas, incluso la de la Champions, pero ello pasa por que el equipo mejore sus prestaciones lejos de El Sadar.

La irregularidad de los rivales continúan posibilitando que las opciones de la escuadra navarra sigan intactas, pero en la retina del entorno rojillo sigue todavía muy presente la imagen del sonrojante 6-0 que les infligió el Rayo Vallecano hace apenas una semana y, en especial, la actitud que mantuvieron sobre el campo los jugadores.

Las declaraciones posteriores y, sobre todo, la victoria frente al Espanyol, evidenciaron que los dirigidos por Mendilibar no van a bajar los brazos, máxime cuando el técnico vizcaino reconoció que los suyos necesitan de retos para ofrecer el máximo rendimiento y tras anunciar que el objetivo es ahora alcanzar los puestos europeos.

Dos partidos significativos

Una meta que dependerá en gran medida de lo que ocurra hoy en el Benito Villamarín y del atractivo encuentro del lunes 23 frente al Málaga. Un encuentro, el del estadio bético, que va a tener también especial importancia para uno de sus protagonistas, Jon Echaide.

El de Barañain dispondrá de su primera oportunidad como titular en la presente temporada, después de superar una grave lesión de rodilla. El polivalente futbolista navarro lo hará en el lateral derecho debido a la recaída de Marc Bertrán, ya que el catalán no termina de recuperarse completamente de sus problemas musculares.

Mendilibar sí podrá contar, en cambio, con dos hombres que no estuvieron citados frente al Espanyol, como son Nekounam e Ibrahima. El iraní podría retornar al doble pivote, aunque tampoco es descartable que el zaldibartarra mantenga a Raoul Loe, que no lo hizo nada mal frente a los periquitos. Otra duda es si seguirá confiando en Lamah u optará por Lekic. De ello dependerá que Nino juegue como ariete o en banda izquierda.