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Por un puñado de euros, «the end»

En diciembre de 2008, un día después de que la Junta de Bardenas aceptara volver a ceder parte de su territorio al Ejército español a cambio de un aumento en el canon económico, GARA publicaba un editorial titulado ‘‘Por un puñado de euros’’, en el que se podía leer: «Como en la película a la que hace referencia el título, dos familias políticas –los Rojo y los Baxter cinematográficos son en este caso PSN y UPN– se han repartido históricamente el dominio de este territorio. Si las Bardenas han servido de localización para diferentes películas, también han sido escenario de una forma de hacer política con reminiscencias del lejano Oeste: una política clientelista y caciquil, alejada de los intereses y las potencialidades de la zona. La justificación crematística para esta operación política evidencia entre otras cosas la incapacidad de esos mismos políticos para asegurar otras formas de desarrollo (...). La prórroga se produce por un puñado de euros. Pero también es cierto que la razón última de que se prolonguen los vuelos y los bombardeos, y con ellos los ‘accidentes’ y la inseguridad, es que, en contra de lo que predican, ni UPN ni PSN representan los intereses de los navarros, sino los intereses de Madrid en Navarra».

Sin haber pasado siquiera cuatro de los veinte años comprometidos, el impago del Ministerio de Defensa da aún más vigencia a este análisis. Con los sucesivos convenios, la Comunidad de Bardenas ha enterrado algunos principios éticos evidentes (¿qué hacen representantes de ayuntamientos, valles e incluso un monasterio –el de La Oliva– dando cobertura a una maquinaria destinada a preparar guerras?). Pero ha enterrado sobre todo su propia credibilidad, al poner precio, sea elevado o no, a su territorio, a su futuro y al bienestar y la seguridad de sus gentes.

Esta deuda insatisfecha, se ponga ya el parche que se ponga, viene a suponer el the end previsible para este infumable spaghetti-western en suelo vasco. La única salida digna sería romper el convenio, pero este de la dignidad es un valor difícil de recuperar cuando se ha abandonado por voluntad propia.

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