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Juanjo Basterra | Periodista

Beneficios en tiempo de crisis para unos pocos

Cada vez con más frecuencia, me pregunto sobre qué sociedad estamos dejando a quienes vayan quedando en la Tierra una vez que hayamos desaparecido. Esa misma pregunta les lanzo a ustedes, lectores de esta columna. Seguro que en una cosa estaremos de acuerdo: una sociedad injusta donde quien más tiene hace lo que le da la gana, desde cargarse el planeta en materia medioambiental hasta generar un desequilibrio social cada vez mayor, porque a unos pocos, los poderosos, les reporta enormes y suculentos beneficios.

La crisis está haciendo aflorar esas diferencias profundas entre el puñado de poderosos y el conjunto de la población. Merece la pena en este punto recordar que los primeros, siendo ya poderosos, juegan con el árbitro comprado; me refiero en este caso a la casta política y gubernamental. Hacen las leyes en favor de los poderosos y se inventan situaciones para provocar recortes a los más débiles. No es una idea que ha aflorado en estos cinco años de crisis, sino que viene de lejos. Cayó el «Muro de Berlín», como me decía hace algunos días un comunista, y ha servido para que todas aquellas barreras que habían construido nuestros antecesores con la lucha, el esfuerzo y el trabajo en favor de un estado del bienestar, hacia una mejora en las condiciones de trabajo, de mejores salarios, de una sanidad universal, de una atención a personas mayores y otras más, se estén desmoronando por culpa de unos políticos vendidos al capital más feroz y desalmado. Se creen los dueños del mundo.

Tengo que recordar cómo un griego del comité ejecutivo del PAME (Frente de todos los Trabajadores Militantes) y secretario general de Tesalónica, Sotiris Zarianopoulos, llamó ya en 2010 a los trabajadores europeos a alzarse contra el poder capitalista. Desde entonces, nada ha mejorado. Todo empeora. Una Europa de un puñado de neoliberales nos lleva a la ruina. Más recortes, menos derechos para la población. En cambio, los bancos y las grandes empresas continúan ganando miles de millones, mientras que a la población solo le queda el camino de la miseria. En el primer semestre de este año, las empresas del Ibex han ganado 13.323 millones, mientras otros se quedan en el paro o en la indigencia.

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