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sortu, hacia su Congreso constituyente

Sortu ve prioritaria su alianza con las fuerzas de EH Bildu

Las bases del nuevo partido arrancan el debate de las ponencias y la elección de cargos internos que se cerrará el 23 de febrero con el Congreso constituyente y el nombramiento de la dirección.

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Iñaki IRIONDO | GASTEIZ

Pasadas las elecciones autonómicas, la izquierda abertzale oficializa el proceso de debate de las ponencias para el Congreso constituyente de Sortu, que se celebrará el 23 de febrero para estructurar política y organizativamente el nuevo partido, legalizado el pasado 20 de junio.

Ayer se hicieron públicas las ponencias sobre bases ideológicas y el modelo organizativo del nuevo partido, que se define como la formación que «recoge el caudal del MLNV, así como la actualización realizada en el debate estratégico».

Sortu reivindica que su «proyecto político es el que históricamente ha abanderado la Izquierda Abertzale»: una Euskal Herria independiente, socialista, reunificada, euskaldun y feminista, «asentada sobre los valores del internacionalismo, el ecologismo y la diversidad».

El pueblo vasco, según Sortu, debe ir decidiendo su futuro «bien sea a través de acuerdos con los estados o bien desde la unilateralidad». La ponencia recoge que «el conjunto de objetivos estratégicos no se alcanzarán de forma inmediata y de una sola vez» y que el recorrido será un proceso con diferentes fases y «metas intermedias». Así, plantea que «partiendo de la realidad institucional actual» se abra «un nuevo espacio político desde el que los diferentes territorios puedan concretar el modelo institucional de forma progresiva y en función de la voluntad popular».

Las alianzas, «prioridad total»

El nuevo partido aspira a «convertirse en el referente político de toda la Izquierda Abertzale, en la nueva expresión política de la histórica Unidad Popular de los y las independentistas y socialistas que trabajan y luchan por una Euskal Herria libre».

En la medida en que Sortu se reivindica como «la expresión político-organizativa de la resolución `Zutik Euskal Herria'», toma como ejes de su actuación dos los pilares de dicha resolución: la acumulación de fuerzas y la unilateralidad.

En la ponencia se escribe que «la política de alianzas y la acumulación de fuerzas constituyen ingredientes esenciales para la actuación de Sortu, lo que, necesariamente, condicionará el conjunto de su práctica. Y es que, más allá de su propia actuación, el trabajo en común con otras fuerzas y agentes adquiere una prioridad total, puesto que supone la clave para el éxito del conjunto de la estrategia. Se trata de conseguir la relación de fuerzas necesaria para poder llevar a cabo el cambio político y social, así como para hacer factible nuestro propio proyecto político».

Tras constatar que los acuerdos estratégicos suscritos con EA, Alternatiba, Aralar y Abertzaleen Batasuna «han ofrecido la primera base para ese recorrido», Sortu aboga por «ampliar más ese trabajo en común a largo plazo, no solo en el ámbito de las fuerzas políticas, sino también en el ámbito social y sindical».

Y esa apuesta tiene nombre: Bloque Nacional Popular Independentista, cuya «constitución supondría la máxima expresión de la estrategia en favor de la soberanía plena». En todo caso, Sortu asegura que «mantendrá el máximo respeto respecto a otras organizaciones y agentes, a la autonomía y capacidad de decisión de cada cual».

La implicación de Sortu con los acuerdos alcanzados con otras formaciones se ve incluso en su ámbito organizativo. Y tiene prevista la posibilidad de que ese acuerdo estratégico nacional supere «las candidaturas electorales y la gestión de las instituciones», para convertirse en un instrumento de construcción nacional y social que haga un trabajo en común también en el «ámbito comarcal, sectorial y de pueblo». En ese caso, recoge que su representación propia en esos órganos respetará sus criterios lingüísticos y de paridad de género.

La ponencia aclara que el trabajo institucional de Sortu se desarrollará en el marco de la coalición con sus aliados. Advierte que «eso tendrá también unas consecuencias directas, y en general se apostará por no multiplicar los órganos (deben prevalecer los principios de simplificación y eficacia), aumentando la eficacia de los marcos de la coalición».

Unilateralidad

Sortu recuerda el compromiso de la resolución «Zutik Euskal Herria» con la unilateralidad, que «se ha convertido en la piedra angular del proceso». La ponencia señala que «hemos dirigido la unilateralidad a nuestro pueblo y a la comunidad internacional, y hemos obtenido compromisos multilaterales entre agentes de esos ámbitos».

Aclara que «quisiéramos asimismo estructurar un esquema de bilateralidad con los estados, tanto para resolver la cuestión de las consecuencias del conflicto (tal y como recoge la Declaración de Aiete) como el del modo de implementar con Madrid y París los acuerdos políticos a alcanzar entre los agentes vascos. Sin embargo, las trabas y el boicot existentes resultan evidentes». Pero, pese a todo, Sortu apuesta por insistir. «No nos queda otra opción que la de incidir en la relación de fuerzas, y para ello la unilateralidad será, de nuevo, la palanca. Las dificultades y obstáculos son enormes porque el Gobierno español no tiene intención de entrar en el proceso de resolución pero, pese a ello, tenemos capacidad para influir y cambiar la situación gracias, precisamente, a la unilateralidad», se lee en el texto.

Presos y presas

Sortu «asume la responsabilidad de conceder perspectiva estratégica al diálogo político a abordar y a los acuerdos a alcanzar en el ámbito de la resolución del conflicto. Es decir, sea cual fuere el acuerdo resultante, la opción de que el proyecto independentista pueda materializarse debe quedar expedita».

Recuerda que el hecho de que ETA haya dado por finalizada su actividad armada no supone que haya desaparecido la violencia. Dentro de su interés por «superar, desde criterios estrictamente democráticos, el conflicto en sus parámetros de las últimas tres décadas», Sortu se compromete a hacer frente a la estrategia represiva de los estados, «en la medida en la que dificulta el camino de la paz».

A su vez, la ponencia asegura que Sortu debe asumir «la responsabilidad en la defensa de los derechos de los presos y presas políticas vascas, que padecen actualmente una situación extrema, y del conjunto de los exiliados y exiliadas vascas»

El proceso constituyente de Sortu se está llevando a cabo desde primavera, con la redacción de las ponencias y debates en el seno de 150 a 200 asambleas locales, que están abiertas a la participación de todas aquellas personas independentistas y de izquierdas, hayan militado o no con anterioridad y que hagan suya la estrategia marcada por «Zutik Euskal Herria''.

Desobediencia civil

Sortu defiende en sus bases ideológicas «la desobediencia civil como forma de profundización de la democracia, entendida como una práctica pública, no violenta, consciente y política», cuyo fin es «responder a leyes o situaciones injustas promovidas por el poder establecido, consistente en negarse de una manera organizada a aceptar la ley o la situación y mostrar el absurdo de esta desafiándola conscientemente».

calendario

Los fines de semana del 17 y 24 de noviembre se debatirá la ponencia de bases ideológicas. El 15 de diciembre, la de línea política. El 26 de enero, el modelo de organización. El 9 de febrero habrá elecciones internas y el 23 se celebrará el Congreso constituyente.

Una estructura para estar en relación directa con la calle

Sortu contará con una dirección nacional elegida por sus militantes, al igual que el resto de estructuras provinciales, comarcales y locales, que serán las que tendrán carácter decisorio y ejecutivo. Pero, además, habrá también lo que en la ponencia se define como «estructuras proponentes», en las que habrá miembros elegidos y miembros designados, y que tendrán funciones específicas, como dinamizar los tres tipos de lucha que se definen en «Zutik Euskal Herria»: la lucha institucional, la lucha de masas y la lucha ideológica.

La lucha institucional se desarrollará a través de la alianza estratégica con el resto de formaciones y, por tanto, Sortu no se presentará a elecciones. En la lucha ideológica cobra especial importancia el área de formación y el de comunicación externa, que incluye a la estructura de prensa y nuevas tecnologías.

En la ponencia de organización se da especial relevancia a la lucha de masas y el contacto con los movimientos sociales y la propia militancia. Se recoge así la creación de una estructura denominada «Ezkerretik Eraikiz», que se encargará del impulso de la construcción nacional y la transformación social en contacto con la sociedad. Junto a esta, se encuentra la red «Sarea», cuya función es difundir y recoger información entre la base social de Sortu y sus órganos de decisión, contribuyendo a la cohesión del conjunto del partido.

La ponencia sobre el modelo organizativo de Sortu arranca afirmando que «las características principales de la vida interna de la nueva fuerza política que queremos poner en marcha son tres: democracia participativa interna permanente, prioridad del euskara y participación paritaria».

Sortu contará con tres tipos de miembros. El miembro de la base social que participa esporádicamente en las actividades y que no paga cuota. El «sortukide», más implicado en la vida interna y que paga cuota. Y el militante, que trabaja de manera permanente en la estructura de Sortu. La base social puede participar en las asambleas locales, pero no en otros órganos, para los que habrá que ser elegido.

La militancia en Sortu es de carácter individual, por lo que aunque pueda haber distintas sensibilidades en su seno, no se formarán corrientes internas organizadas que pretendan tener un reflejo en los órganos de dirección.

El Congreso, que se reúne cada cuatro años, es el órgano supremo de decisión y quien elige a la dirección. La Asamblea Nacional es el órgano principal de debate y decisión entre congresos. Sortu contará con una dirección de 21 miembros electos. Entre ellos un secretario o secretaria general, y un presidente o presidenta que ejercerá la coordinación. Además, hay estructuras provinciales, comarcales y locales. I. I.

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