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Amparo LASHERAS Periodista

Un discurso de ayer y de hoy

 

La referencia de Joseba Egibar a Juan Carlos Ioldi, candidato a lehendakari en 1987 por Herri Batasuna, ha despertado recuerdos de importantes momentos vividos en nuestra historia reciente y que, hoy, apenas si se mencionan en la recapitulación que algunos hacen del pasado. El día que Ioldi, preso en Herrera de la Mancha, llegó al Parlamento para intervenir en el pleno, yo trabajaba para una radio estatal y tuve la suerte de poder asistir como periodista a la sesión de investidura y a la rueda de prensa que ofreció a los medios de comunicación. Y digo suerte, porque en mis años de profesión existen muchos días de aburrido trabajo, pero también días especiales que hacen que el oficio de periodista merezca la pena. Ese fue uno de ellos. Con una manifestación en los alrededores del Parlamento de casi diez mil personas apoyándole, la presencia de Ioldi en el pleno fue recibida con sumo interés por decenas de cámaras y micrófonos. En su discurso, Ioldi, habló de muchas cuestiones, de ETA y del porqué de su existencia, de las cárceles a las que calificó como «cárceles de exterminio», reclamando, además, la libertad de tres compañeros enfermos de cáncer. Exigió el derecho de autodeterminación y ofreció «una alternativa con un programa de reconstrucción nacional» con el objetivo de conseguir una Euskal Herria «libre, justa y solidaria». Demandó «soberanía» para «transformar la economía». Defendió la unidad territorial y a los trabajadores. Abogó por una negociación «seria y honesta» y terminó: «Vuelvo a la cárcel satisfecho de haber representado el orgullo de un pueblo que no claudica. ¡Hasta la victoria, viva Euskadi libre¡» ¿Qué ha cambiado en las reivindicaciones políticas?