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«Mi truco para tener un cuerpo esbelto es hacer vida rollo monje budista»

Mikel LÓPEZ ITURRIAGA I Periodista. Autor de «La cocina pop de el comidista»

De Bilbo a Madrid, de Madrid a Barcelona, donde aprendió la técnica culinaria en la Escuela de Hostelería Hofmann. De las cuidadas páginas musicales de «Tentaciones», suplemento de «El País», a la cocina, los blogs e Internet, donde parece haber encontrado el equilibrio de todos sus intereses y aficiones. «La cocina pop de el Comidista» es su segundo libro sobre cocina.

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Pablo CABEZA |

Mikel López Iturriaga nace en 1967 en una clínica del Campo Volantín que ya no existe, y crece en la calle Buenos Aires de Bilbo, justo en frente de la pastelería New York. Parte hacia Madrid cuando acaba la carrera. En la capital de Iberia pasa ocho años hasta mudarse a Barcelona en 2004. Estudia filología porque en aquellos días lejanos le interesa más la lengua y la literatura que la cocina. Es hermano de Juanma y José Antonio López Iturriaga. El primero, exbalocentista de reconocido prestigio y logros; el segundo, guitarra de Los Santos, grupo de notable éxito en Bilbo alrededor de los primeros ochenta. Del botxo actual le gusta casi todo, especialmente el tamaño: «Suficientemente pequeño como para que todo esté a mano, y el tamaño necesario como para que ocurran cosas. No soy muy nostálgico de la ciudad de mi infancia y mi adolescencia: me gusta más ahora que antes, probablemente porque la vivo en la distancia». López Iturriaga fue responsable del cuadernillo cultural, con base en la música, «Tentaciones», de «El País». Cuenta con miles de seguidores en internet con el blog «El Comidista». El libro, además de recetas singulares, ofrece diferentes apartados, uno de ellos «Lo mejor de Aló, Comidista».

¿Cree que este libro podría ayudar a todas aquellas personas que no se atreven con la cocina?

Por supuesto. Es un libro para torpes, para txoriburus, para zombis, para organismos unicelulares, para gente que tuvo dificultades en aprobar preescolar... Para gente como tú y como yo, en definitiva.

¿Está escrito para hombres y/o mujeres?

No hago distinción de sexos a la hora de pensar a quién me dirijo. Ni siquiera de orientación sexual. Como decía Auguste Gusteau en Ratatouille, «cualquiera puede cocinar».

¿Por qué hay tanto experto y tan pocas cocineras cuando «las amas de casa» son las que cocinan?

Pues sí, para mí también es difícil de entender. Supongo que el entorno profesional de las cocinas de los restaurantes ha sido tradicionalmente un poco brutote y machirulo. Pero esto está cambiando, y cada vez hay más cocineras que siguen los pasos de Eva Arguiñano, Elena Arzak o Carme Ruscalleda.

¿Este libro podría estar en un txoko?

No veo por qué no. Tendría que ser un txoko un poquito abierto de mente, eso sí, que no se limitara a las recetas vascas de toda la vida. Pero mi cocina es fácil y muy de celebrar con amigos, así que encajaría con el concepto.

¿Cuenta con una receta para una superhamburguesa inofensiva?

Sí, es una «hamburseta» en homenaje a Súper Mario, el héroe de los videojuegos. La hamburguesa no tiene por qué ser un alimento zafio ni engordante, si se hace con carne buena y se consume con moderación. Comida rápida no es igual a comida basura.

Y Miqui Puig (un popi reconvertido a la música bailabale) también tiene sobrepeso y, además, le presta una receta.

Conozco a Miqui desde hace muchos años. Le entrevisté una vez cuando él estaba en Los Sencillos, y me gustó mucho su apertura de miras. Además era mod, cosa que yo siempre he querido ser. Para mí es un honor que esté en el libro, y la receta de cogollos que me ha pasado me parece buenísima.

Se nota que le gusta el pop muy pop... Conoce a Doble Pletina, que ya sorprende. Y cuenta que sus tres grupos favoritos de Bilbo son Mocedades, Los Santos y Chico y Chica: tres épocas, pero faltan Los Mitos. ¿Y los rockeros y los jevis qué tienen en el libro? ¿Posee alguna receta con cerveza y más cerveza?

Doble Pletina es uno de los mejores grupos que ha surgido por aquí en años. Tienen todo lo que para mí debe tener el buen pop: melodías pegadizas, sensibilidad sin cursilería y letras inteligentes. Y dejo de lado a Los Mitos porque yo no había nacido cuando existieron, jejeje. Los rockeros y los heavies -por cierto, hay artistas en ambos géneros que me gustan- son muy bienvenidos, y creo que hay recetas contundentes y hasta cócteles con cerveza para ellos (el bloody brew, por ejemplo).

El libro recuerda al antiguo material de la editorial SM de enseñanza: todo muy estructurado, delicadamente limpio y de suaves colores. Parece una metáfora de lo que debe de ser la cocina moderna.

Bueno, en la cocina hay que ser pulcro, ¡es lo primero que te enseñan en las escuelas de hostelería! Pero en el libro hay recetas para ver series como «Dexter» o «The Walking Dead», que son bastante sangrientas. Me gusta la limpieza, pero sin pasarse.

Hay muchos libros de cocina o hay mucho cocinillas, ¿cómo o en qué destaca?

Desde luego, no en el virtuosismo de mi cocina, que es más bien de andar por casa en zapatillas. Yo diría que en el enfoque pop, en las ganas de entretener y divertir, en el sentido del humor que intento poner en lo que hago, y también en el pequeño punto original que contienen algunas de mis recetas.

En la tele una gran parte de los responsables de la cocina tienen sobrepeso, ¿es de tanto probar las comidas?

Mantenerse en un peso razonable es un desafío cuando vives rodeado de comida y tu profesión gira alrededor de ella. ¡Pero yo tiendo a pensar que el verdadero problema es la bebida, que engorda un montón y a la que es todavía más difícil resistirse! Mi truco para mantener un cuerpo esbelto es hacer vida rollo monje budista.

¿En conjunto qué pretende con el tipo de recetas que ofrece, en qué segmento se fija?

Mi objetivo primordial es la gente no demasiado mayor (entre 25 y 45) que no sabe mucho de cocina, pero que le gusta comer bien. Creo también que es el público que mejor puede entender los guiños y el humor de todo lo que no son recetas del libro: las entrevistas a la comida viejuna, el consultorio siquiátrico-gastronómico Aló Comidista... Pero vamos, las recetas le pueden gustar a cualquier persona entre los 5 y los 95 años.

«Respeto mucho a la gente que se dedica a la restauración. Me parece un negocio complicadísimo»

Esta pregunta igual tendría que haber ido en el comienzo de la entrevista, ¿hablo con un restaurador?

¡No! Yo soy periodista, y respeto mucho a la gente que se dedica a la restauración. Me parece un negocio complicadísimo para el que no creo estar capacitado.

Aprovechando que son días de alegría y luces, si acaso, vemos que hay una receta de conejo emborrachado. ¿Sería mejor emborracharlo antes; es decir, antes de que la palmara?

Posiblemente sí. Moriría más contento, y quizá estaría más tierno. Mira los bueyes de Kobe, que toman cerveza y producen una de las mejores carnes del mundo.

¿Dice que a la pechuga de pollo, por ejemplo, no hay que darle muchas vueltas en la sartén. ¿Le ha dado muchas vueltas usted al ordenador antes de dar el visto bueno al libro?

No demasiadas. He pulido muchas cosas, pero creo que la espontaneidad es un valor y que si mareas mucho la perdiz, lo que haces acaba perdiendo gracia.

Pasamos a la sección ¡Aló Comidistas! Cuenta una compañera de redacción que si el salmón se calienta en el microondas acabas con sus propiedades, eso de las grasas buenas que no perjudican y son colesterol bueno.

No tengo ni idea, pero me cuesta creer que pierda más propiedades en el microondas que en un horno o una sartén. Hay mucha leyenda acientífica contra ese electrodoméstico que, por cierto, yo jamás uso para cocinar (solo para calentar).

¿Qué siente al ver cómo está el periodismo? ¿Y qué le parece la música basura que se cocina en la mayoría de las estaciones de radio, esto no es, y ahora sí, colesterol del malo?

Siento tristeza, porque la profesión está peor que nunca a todos los niveles: maltratada, mal pagada y cada vez más desprestigiada por el sectarismo o el amarillismo que promueven muchos dueños sin escrúpulos de negocios periodísticos. Pero a la vez soy optimista porque creo que internet ha abierto una ventana para que gente con talento haga cosas interesantes y consiga audiencia sin pasar por los grandes medios. De la música en las radios no te puedo decir mucho: desde que existen Spotify, Last.FM y similares, trato de permanecer al margen de toda la morralla musical que se produce en el mundo. P. C.

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