El programa de uso de aviones no tripulados le estalla a Obama
La publicación de un «libro blanco» que desvela algunos pormenores del uso de aviones no tripulados por parte de EEUU ha obligado a Barack Obama a tomar la iniciativa y entregar al Congreso documentos clasificados en los que se detallan las bases que darían legalidad a ese programa. Desde la llegada de Obama al poder, los ataques con «drones» se han multiplicado, y también las víctimas civiles provocadas por ellos.
GARA | WASHINGTON
El presidente de EEUU, Barack Obama, ha pedido al Departamento de Justicia que entregue a legisladores los documentos clasificados en base a los que la Casa Blanca justifica los ataques con «drones» o aviones no tripulados en el extranjero contra quienes considera sospechosos de «terrorismo» o una «amenaza inminente» para EEUU.
Fuentes del Gobierno indicaron que entregarán a los miembros de los comités de Inteligencia del Congreso, los documentos que dan base legal a unos ataques muy criticados por su falta de transparencia y por las víctimas civiles que están causando.
La decisión de Obama se dio a conocer el miércoles, víspera de la audiencia de confirmación en el Senado del nominado para encabezar la CIA, John Brennan, y después de que un grupo de senadores presionara para poder ver esos documentos, y fue tomada forzado seguramente por la publicación por parte del Departamento de Justicia de un memorando que desvela algunos de los pormenores del uso de «drones» por parte de Washington.
El miércoles, medios estadounidenses se hicieron eco de ese «libro blanco» del Departamento de Justicia, en el que se exponen los supuestos por los que el presidente de EEUU puede ordenar ataques contra ciudadanos de EEUU en el exterior sospechosos por sus vínculos con el «terrorismo» islamista.
La Casa Blanca reaccionó diciendo que los ataques con «drones» contra ciudadanos estadounidenses en el exterior sospe- chosos de «terrorismo» son «legales, éticos y sensatos».
El memorando de 16 páginas indica que esa «fuerza letal» que se realiza a través de aviones dirigidos a distancia está justificada si el sospechoso es un «líder operativo de Al Qaeda» o un miembro de una «fuerza asociada».
«Amenaza inminente»
Considera que estos ataques no violan la soberanía de otros países cuando sus gobiernos den su consentimiento o demuestren falta de voluntad o de capacidad para acabar con esas amenazas individuales, y concluye que los bombardeos con «drones» en el extranjero tampoco contravienen la Constitución estadounidense en los casos en que las máximas autoridades norteame- ricanas establezcan que esos objetivos suponen una «amenaza inminente» contra EEUU o que su captura es «inviable».
La operación tampoco es anticonstitucional si puede llevarse a cabo «en coherencia con las leyes de la guerra», y el informe advierte de que los tribunales no tienen ningún poder de revisión o control de estas actividades.
En cuanto a la definición de «amenaza inminente», el documento destaca que no es necesario que haya pruebas de que se esté planificando ningún ataque en concreto.
Desde que Barack Obama llegó a la Casa Blanca en 2009 han aumentado los ataques de «drones», sobre todo en la frontera entre Pakistán y Afganistán, Yemen y Somalia, lo que ha generado una fuerte polémica en esos países.
Estos ataques han causado la muerte de cientos de supuestos miembros de Al Qaeda y se han justificado como «actos de autodefensa» acordes con el Derecho Internacional, pero sus detractores consideran que se trata de ejecuciones extrajudiciales que causan la muerte de civiles.
A finales de enero, la ONU abrió una investigación en torno a la utilización de aviones no tripulados por parte de EEUU, Gran Bretaña e Israel para bombardear presuntos objetivos insurgentes en Pakistán, Yemen, Somalia, Afganistán, el Sahel y los territorios ocupados de Palestina.
Su relator especial para Antiterrorismo y Derechos Humanos, Ben Emmerson, ha señalado que algunos de estos ataques -particularmente los conocidos como «doble toque», en los que personas que han acudido al rescate de víctimas de un primer bombardeo han perecido a causa de un segundo ataque- constituyen posiblemente un «crimen de guerra».
La Casa Blanca defendió la candidatura de John Brennan para dirigir la CIA, que debía ser confirmado ayer por el Senado, ante la polémica por el uso de «drones», programa del que fue uno de sus principales promotores. Las protestas de un grupo de personas vestidas de rosa, símbolo del grupo pacifista Code Pink interrumpieron la audiencia nada más comenzar.
Brennan tuvo un papel clave en el establecimiento de una base secreta de «drones» en Arabia Saudí y fue jefe de personal en la Agencia durante el mandato de George W. Bush, época en la que se implantó un programa de capturas secretas, traslados clandestinos y técnicas de tortura. Fue su vinculación con esas prácticas lo que llevó a descartar su postulación para dirigir la CIA hace cuatro años, pero esta vez Barack Obama no ha dudado en nominarlo para sustituir al dimisionario David Petraeus.
La candidatura de Brennan, implicado en una investigación de la Fiscalía General sobre la supuesta filtración no autorizada de secretos de Estado a los medios de comunicación, generó fuertes recelos en las dos Cámaras del Congreso y en muchos ámbitos del país.
El miércoles, «The Washington Post» informó sobre la presencia de una base secreta de «drones» en Arabia Saudí, operativa desde hace dos años para atacar objetivos de la rama yemení de Al Qaeda. Brennan, que fue jefe de la delegación de la CIA en Arabia Saudí, tuvo un papel destacado en las negociaciones con las autoridades de Riad para abrir esa base, cuya existencia era conocida por varios medios de comunicación de EEUU que decidieron no revelarlo a propuesta de la Casa Blanca, según el diario. GARA
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) ha denunciado que el memorando autoriza los ataques «incluso cuando la amenaza no es inminente, cuando el objetivo nunca ha sido imputado de crímenes ni informado de las acusaciones en su contra e incluso cuando el objetivo no se halla cerca de una zona de combate».
