Nuri Bilge Ceylan nunca se va de vacío del Festival de Cannes. Con «Lejano» ganó el Gran Premio del Jurado, con «Los climas» el FIPRESCI de la crítica internacional y con «Tres monos» el de Mejor Director. Con «Érase una vez en Anatolia» no podía ser menos, y se volvió a llevar el Premio del Jurado, lo que hizo que la película fuera seleccionada para el Óscar de Mejor Película de Habla No Inglesa por Turquía. Lo que ha cambiado con respecto a la recepción de sus anteriores obras, es que ya no se le compara con Antonioni, Kiarostami o Tarkovski, pues las crónicas hablaban de un estilo propio. En todo caso estaría más emparentado con el perfeccionismo literario de Chejov, del que vendría a ser su traducción cinematográfica. «Érase una vez en Anatolia» aparece como su creación más compleja, por lo que tiene de nocturna.