El Parlamento alemán y los länder inician la reforma del sistema federal
El Parlamento alemán y el Consejo Federal la representación de los dieciseis estados federales iniciaron ayer el proceso legislativo que debe conducir a la más amplia reforma del sistema federal desde su creación en 1949. El objetivo es un mejor reparto de las competencias entre la Federación y los länder.
COLONIA La República Federal de Alemania se enfrenta a la mayor reforma de su sistema político desde su creación hace 57 años. Desde ayer, las comisiones del Parlamento el Bundestag y del Consejo Federal el Bundesrat tienen que tratar nada menos que 20 cambios de la Constitución. También los partidos con representación en el hemiciclo de Berlín tendrán que realizar esa misma tarea.El sistema federal alemán sirvió de modelo para el Estado español, cuando se redactó la Constitución del postfranquismo pensando en la creación de futuras Comunidades Autónomicas. Sin embargo, el modelo alemán no es al cien por cien exportable, porque el Estado germano no tiene que convivir en su territorio con otra nación que pide el derecho a la autodeterminación para tener la opción de crear un propio Estado. La solidez política del sistema federal alemán se debe ante todo a que desde el siglo XIX hubo un fuerte movimiento que tendió a la unificación. Ante este fondo lo que se está discutiendo en Alemania es la reforma de un sistema entre estados federales y la Federación que desde los puntos de vista político y cultural son iguales. En teoría, la Gran Coalición, formada por los democristianos de CDU y CSU más los socialdemócratas del SPD, dispone de la fuerza necesaria para acelerar el proceso, pero hay corrientes que no quieren someterse a la directrices de arriba. El problema esencial es cómo se va a garantizar el desarrollo igualitario de los ciudadanos en todos los länder. Si sale el proyecto del Ejecutivo, en adelante Berlín no podrá ayudar económicamente a la creación de nuevas escuelas. Para un land rico como Baviera no será problema, para el Sarre sí. Por la fuerza financiera de unos y la debilidad de otros, la educación es el punto más discutido de la reforma. Lo mismo ocurre con respecto a los funcionarios regionales, cuyos salarios ya no deben ser dictados por Berlín sino por cada land. La financiación de las cárceles debe pasar a ser competencia exclusiva de los länder. La Federación de los Abogados llama a cancelar esta competencia porque teme que la política de reinserción social podría fracasar por la falta de dinero. A su vez, los grupos ecologistas dicen no a la competencia que prevé que cada land pueda organizar la protección del medio ambiente a su manera y no según lo que establece Berlín. La Asociación de los Jueces Alemanes ha escrito una carta a los parlamentarios pidiéndoles que no aceleren los cambios constitucionales porque, a su parecer, cada uno tiene que ser «argumentado, necesario y justo», lo cual queda por demostrar, opinan los magistrados. El único que pidió otro cambio constitucional más fue el socialista Bodo Ramelow para abrir el camino a la «democracia participativa».
La oposición quiere investigar al BND
COLONIA El servicio de inteligencia exterior, el BND, va a ser investigado por una comisión del Parlamento alemán. Ayer los tres partidos de la oposición, los liberales del FDP, los socialistas de Die Linke y los verdes se pusieron de acuerdo sobre los 30 puntos que quieren aclarar. El interés de los parlamentarios se centra en los vuelos secretos de la CIA, el secuestro de ciudadanos por los servicios inteligencia de EEUU y la actuación del BND en Irak. Mientras los verdes opinan que «el proyectado tribunal sobre la política exterior rojiverde no tendrá lugar», liberales y socialistas quieren citar al ex canciller Gerhard Schröder, su ex ministro de Exteriores Joseph Fischer y al sucesor de este último Franz-Walter Steinmeier, ex jefe político del BND. La comisión contará con el rechazo del Ejecutivo de Angela Merkel. El cristianosocial Peter Ramsauer consideró que dicha comisión es «superflua» y la ve como una amenaza a la seguridad del país. Según el Gobierno, el trabajo del BND ha de ser tratado sólo en la Comisión Parlamentaria de Control de los servicios secretos.
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