El titular de GARA del 22 de febrero: «Elkartzen calcula que 900.000 vascos viven en estado de pobreza» y el editorial «La Euskal Herria invisible» me sorprendieron gratamente. No son frecuentes las primeras planas de este tipo. Voluntaria o involuntariamente, los problemas socioeconómicos desde la perspectiva de las clases trabajadoras y populares, en una palabra, los derechos humanos socioeconómicos y la creación de opinión y conciencia en este sentido, están muy solapados con relación a otras problemáticas que siempre aparecen en los titulares. Ni tan siquiera están en un segundo plano. En términos relativos, «lo social» queda muy atrás. A mi juicio, incluso en GARA. Es verdad que la pobreza, la exclusión social, el desempleo, la precariedad laboral, las deslocalizaciones de empresas, la discriminación de género en las mismas, los accidentes laborales, el salario y contrato estable y digno, la jornada laboral, la vivienda social, las luchas sociales y laborales y un largo etcétera de reivindicaciones tienen difusión aceptable en este periódico, pero no me refiero a las partes dispersas, estoy hablando de un todo que sea constante creador de opinión de clase, de conciencia alternativa al capitalismo y al imperialismo. Que, por ejemplo, cuando se informa de una OPA empresarial, de una deslocalización, de una reestructuración de una reforma fiscal, de los movi- mientos de la Bolsa, de los precios del petróleo, no se dé una simple información económica al estilo burgués, sino que se denuncien y expliquen los entresijos y tejemanejes que hay por detrás, de qué va la maniobra y cuáles serían otras alternativas favorables a la mayoría de la población. ¿Por qué se resiente la Bolsa cuando baja el índice de desempleo? ¿Por qué algo bueno para las/los currelas es malo para quienes juegan en el gran casino bolsístico? Para empezar, no estaría mal que GARA editara una separata semanal que fuera una especie de cursillo anticapitalista, analizando casos reales y de actualidad.

Estoy seguro de que, quienes han sabido y saben fomentar permanentemente una conciencia nacional, si se lo proponen, van a hacer también muy bien esto de «lo social».

Agustín Salvador - Galdakao

ETB pasalo
Año 2006. ETB2. Primera bomba de ETA: Pudo haber muertos, declaraciones del alcalde, PASALO. Segunda bomba de ETA: pudo haber muertos, PASALO. Así hasta doce. 3 de Marzo, Gasteiz, carga indiscriminada de la Ertzaintza siguiendo las ordenes del PNV, varios heridos graves: No pudo haber muertos, pásalo FUGAZMENTE. Sólo dos tertulianos intervienen (Ezkurdia y Biurrun) después rápidamente a publicidad para a la vuelta hablar de la pronta aparición de la seta de primavera en nuestros montes. Viaje a Andalucía en autobús, 40 minutos de visita y vuelta a Euskal Herria con temporal de nieve: no pudo haber muertos, NO LO PASES.

Sirva esto como botón de muestra de uno de los programas menos parciales de la televisión, programa que intenta ponerse por encima del bien y del mal denunciando todas las violencias, dícese la de ETA (y entorno) y la de la Guardia Civil. ¿Todas?

El PNV habló con las armas en Gasteiz, Santurtzi y Portugalete dejando muy clara su postura ante un eventual proceso de paz (véase la película “Brave Heart’’). Quizás sea el momento de dejar a un lado a los políticos y dar protagonismo a la ciudadanía. Todos debemos aportar algo para cambiar todo esto, vosotros, desde vuestro púlpito televisivo podríais poner vuestro granito de arena simplemente sin ocultar algunas verdades y realidades.

Como diría Gurrea (tertuliano habitual) en Euskal Herria hay mucho navajero y yo añadiría que, principalmente, entre la clase política. Desenmascaré- moslos. PASALO.

Xabier Aranburu - Gasteiz

Sobre el tabaquismo
Eneko Landaburu, en su artículo, deja al adicto sin una solución. Desde mi experiencia de fumador de un paquete al día durante cuarenta años, puedo asegurar: 1) que se puede parar el hábito y estar dos semanas o más sin fumar un solo cigarro y 2) después de dichas dos semanas (quizás algo más) se deja de sentir el efecto de la abstinencia... Y (¡para mí fue un descubrimiento!) muy pronto, llegué a detestar el olor a tabaco y sigo ­sano y feliz­ sin la adicción. ¡Por nada del mundo volveré a fumar! Esto, me parece muy importante que lo sepan las personas que aún sufren la adicción al tabaco.

Karlos Iturralde