MADRID
El fiscal general del Estado español, Cándido Conde-Pumpido, anunció ayer que la Fiscalía pedirá el lunes el ingreso en prisión incondicional de Arnaldo Otegi, quien se halla en libertad bajo fianza de 400.000 euros desde el pasado mayo como imputado en el sumario 35/02, relativo a Batasuna y más conocido como «el de las herriko tabernas». Conde-Pumpido recordó que «en este sumario en el que está suspendida Batasuna el fiscal pidió prisión incondicional y el juez acordó prisión bajo fianza. La petición de la Fiscalía sigue subsistente. Se pagó la fianza, y él salió en libertad y ha incumplido las condiciones de la libertad provisional y, por tanto, la Fiscalía reproducirá la misma petición de prisión incondicional el lunes».
Preguntada al respecto, la vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, resumió su postura afirmando que «el fiscal general actúa, ha actuado y actuará con completa autonomía constitucional en el ejercicio de la acción penal».
«Hay que respetar la posición que en cada proceso adopta el fiscal general», apostilló la vicepresidenta, quien insistió añadiendo que en este asunto la postura del Gobierno «no ha cambiado, es la misma; tenemos la misma posición sobre los acontecimientos que se vienen produciendo respecto a las decisiones judiciales: independencia de los jueces y autonomía del fiscal».
Sobre las expectativas de paz
Al ser preguntada sobre si su Gobierno mantiene intactas las expectativas de paz que planteó el presidente Rodríguez Zapatero hace un mes, De la Vega no aclaró si es así y se limitó a precisar que «las condiciones, la descripción de la situación y los requerimientos que ha hecho el Gobierno han sido en base a la resolución adoptada en el Parlamento por la mayoría de las fuerzas políticas». Reiteró que el Congreso, en el último Debate del Estado de la Nación y suscrito por todos los grupos con representación menos el PP, «hizo una resolución donde describía cuál era la situación, donde establecía las condiciones y a partir de ahí estamos trabajando. No podemos ir más allá», apuntó.
De la Vega insistió en que el «proceso es difícil, son muchos años de violencia y terrorismo y tenemos que ser prudentes en este tema, porque todos queremos la paz».
También habló de la jornada de huelga y movilizaciones:«El fracaso de la convocatoria habla por sí mismo y demuestra que los terroristas y quienes les apoyan han perdido el poco respaldo social que pudieran haber tenido en algún momento, y eso es una buena noticia para la sociedad en general y la vasca en particular».
Y volvió a insistir en que la «condición» del Gobierno para hablar de «inicio de un proceso de paz» es el «cese de todo tipo de violencia. Cuando eso se produzca estaremos en otro escenario; hoy no estamos».
