KABUL
El Consejo de Seguridad amplió ayer por un año el mandato de la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA) y alertó de la amenaza que suponen para la seguridad las actividades de la resistencia afgana. En una resolución adoptada por unanimidad por los quince miembros del Consejo, se autorizó la prórroga del mandato por 12 meses, a partir de ayer, y se pidió a la comunidad internacional y los actores políticos en Afganistán que presten apoyo y cooperación a la misión.
La UNAMA es una misión política, que se desplegó el 28 de marzo de 2002, tras la invasión iniciada por EEUU y sus satélites, y cuenta actualmente con una dotación de 192 civiles internacionales, 728 locales, 12 observadores militares y ocho efectivos policiales.
En la resolución adoptada se expresa la preocupación por la intensificación de los ataques de las diferentes organizaciones armadas, así como la amenaza que plantea el cultivo y tráfico de estupefacientes.
En este sentido, el Consejo hizo un llamamiento «a todas las partes y grupos afganos para que se dediquen constructivamente al desarrollo político pacífico del país y eviten el recurso de la violencia». En el documento se acoge con beneplácito la formación de un ejército y policía nacional afganas y se pide el apoyo internacional.