REAL SOCIEDAD 3
MALAGA C.F.
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DONOSTIA
La Real cumplió con su obligación y eliminó a un rival directo en la lucha por la permanencia y metió presión al resto, que hoy saldrán al campo con la barrera de la permanencia más cerca. Los blanquiazules quedan empatados con Mallorca y Alavés, a un punto del Espanyol y a dos de Betis, Racing y Athletic. Como cuatro de ellos juegan entre sí hoy, la Real verá más cerca su objetivo tras una noche en el que toda la familia blanquiazul, equipo y público, respondió a la perfección en un partido en el que sólo se podía ganar.Hasta el mal árbitro que es Pérez Lima, casero como ninguno, acompañó porque los dos primeros goles llegaron en las faltas de las tarjetas de Juan Rodríguez. Resultó clave la primera, en la que el jugador malaguista no hizo falta a Mark González. Menos dudas admitió la segunda, en la que Xabi Prieto provocó la falta que motivó el gol de Skoubo con una calidad que quedó en evidencia en el tercero que cerró la victoria.
Hasta el average particular recuperó la Real tras el 3-1 de la primera vuelta, pero el Málaga, que queda ya a ocho puntos y acabó desquiciado con nueve jugadores, ya no es rival directo a la espera de que las matemáticas certifiquen su descenso.
El 3-0 no significa que la apuesta ofensiva y por sus fichajes de Bakero fuera un éxito. Apenas hubo una ocasión al margen de las dos faltas que motivaron los dos primeros goles y el primero lo tuvieron que fabricar los centrales, pero sí confirma que el de Goizueta ha logrado en La Manga levantar la moral y la confianza de sus jugadores y con eso este equipo tiene calidad de sobra para estar más arriba en la clasificación, a lo que ayudará que Anoeta se entregue con su equipo como hizo ayer de principio a fin.
Con gol de los centrales
Aunque los dos equipos presentaron un planteamiento ofensivo y muchos jugadores de ataque, se demostró que es difícil construir jugadas de peligro cuando se juega al borde del abismo. En todo el primer tiempo apenas cabe destacar una ocasión de Nihat tras un perfecto servicio de Aitor al margen de un gol de Jon Ansotegi que sirve para reivindicar el papel de los centrales tras estar en el centro de la diana de las críticas toda la temporada.
El de Berriatua y Labaka formaron por vez primera juntos en una defensa de cuatro tras coincidir el domingo anterior en Getafe con un planteamiento diferente. No es fácil compenetrarse cuando falta el hábito entre dos centrales, pero no sólo estuvieron perfectos en tareas defensivas, sino que además combinaron en la jugada del gol que premió la buena predisposición de los realistas.Fue una jugada en la que además acompañó la suerte que ha faltado en otros encuentros con los árbitros. Los dos centrales y Garitano subieron no sólo en los corners, también en las faltas laterales, y en una de ellas llegó la recompensa.
A pesar del planteamiento ofensivo de Bakero, el Málaga no tuvo ninguna ocasión de gol en todo el primer tiempo, gracias en buena medida al trabajo de los cuatro defensas y, especialmente, de Gaizka Garitano por delante de los centrales. Se habla mucho de la importancia de las bajas de Brechet, Aranburu y Kovacevic, pero la Real estaría en una situación bien diferente si el jugador vizcaino hubiera podido jugar con una mínima continuidad en una temporada en la que no ha podido acumular más de 182 minutos de forma continuada.
El buen rendimiento de los cinco jugadores más retrasados, demasiado criticados en el conjunto de la temporada unido a la predisposición al trabajo de Novo, Xabi Prieto y Mark González y la disciplina de Nihat a la hora de tapar a Juan Rodríguez, resultó clave en que la Real sólo temiera por la integridad de su portería en los primeros minutos de la continuación, en los que, otro de los que lo ha pasado mal esta temporada, Asier Riesgo, sacó una mano providencial a disparo de Bovio que mantuvo a su equipo por delante en el marcador.
Una sentencia oportuna
Fueron unos minutos en los que el Málaga dispuso de tres corners, pero el equipo y el público reaccionaron a la perfección en ese momento crítico y la Real tuvo la fortuna de que en su primera opción del segundo tiempo el partido quedó sentenciado cuando Mark González y Arnau permitieron a Skoubo lograr el 2-0 en la misma jugada en la que el Málaga se quedaba con diez jugadores en el campo y permitió vivir un final tranquilo. El 3-0 fue excesivo para el discurrir del partido, pero debe ayudar a recuperar la confianza y para ir el sábado a Madrid con todo por ganar para meter más presión aún a los que sigan por delante.
