IRUÑEA
El Parlamento de Nafarroa mostró ayer su apoyo unánime al proyecto de la carretera transpirenaica entre Iruñea y Orthez, acordada el pasado mes de febrero por el Gobierno foral y el Consejo General de los Pirineos Atlánticos. Un apoyo que agradeció el consejero de Obras Públicas, Alvaro Miranda, quien compareció a petición de IU ante la correspondiente comisión parlamentaria para informar sobre esta futura carretera que permitirá viajar de Iruñea a Toulouse en dos horas y media.
El consejero recordó el largo camino recorrido hasta llegar al acuerdo final de una carretera de 120 kilómetros de longitud y tres carriles en todo su extensión, si bien Nafarroa la construirá sobre una plataforma diseñada como autovía para no impedir futuras actuaciones,
Tras un repaso de los antecedentes históricos en las comunicaciones entre Nafarroa y el Estado francés, Miranda recordó que fue en 1997 cuando el Gobierno foral y las autoridades de Pirineos Atlánticos vieron necesario corregir la situación y así en 1998 firmaron el primer convenio para estudiar la viabilidad de ejecutar una vía de gran capacidad. El visto bueno al estudio llegó en 1999 para una vía de 2x2 carriles en el territorio del Estado francés y con características de autovía en el navarro; sin embargo, la oposición política y social al proyecto hizo que hasta 2002 no se diera un nuevo impulso a la idea que finalmente se aprobó el pasado mes de febrero. «Sin duda, el mayor acierto de todo el proceso» fue que Nafarroa y el Consejo General de Pirineos Atlánticos mantuvieron sus pretensiones de una vía de gran capacidad, dijo Miranda.
Subrayó al respecto que Nafarroa y Pirineos Atlánticos no querían renunciar a un proyecto viario «ambicioso», pero sin embargo, «altísimos intereses de la República francesa pedían una salida directa de Pamplona a Francia por ferrocarril».
El resultado de una carretera de tres carriles en todo el trayecto es para el consejero una «buena solución» tanto para los intercambios comerciales como para las relaciones sociales y territoriales de las que se verán directamente beneficiadas 100 pequeñas localidades navarras.
Queda pendiente de definir el trazado concreto que seguirá la vía, ya que para el tramo Erro-Ibañeta-Luzaide hay un corredor, pero con posibles diferencias a nivel local, y para el tramo Iruñerria-Erro existen tres corredores alternativos por el este, centro y oeste, con cuatro, cinco y dos túneles, respectivamente.
Con estos datos, todos los grupos de la Cámara mostraron su apoyo, aunque tanto UPN como PSN y CDN admitieron que para ellos hubiera sido más positiva una autovía, aunque «finalmente ha tenido que ser un ejercicio de pragmatismo» el que ha permitido el acuerdo. También IU, Aralar, EA y PNV respaldaron el proyecto y recalcaron además que desde un principio su modelo fue una carretera y no una autovía, por lo que mostraron su agrado por el cambio de postura del Ejecutivo navarro.