Patxi ORMAZABAL | Presidente de la Federación de Cooperativas de Trabajo Asociado
«Este año pondremos en marcha una sociedad de capital riesgo de apoyo»
Patxi Ormazabal indica que en 2006 la Federación de Cooperativas de Trabajo Asociado dará luz verde a la creación de una sociedad de capital riesgo para impulsar la actividad de las cooperativas. Todavía tiene que superar algunos trámites para su aprobación, pero el proyecto está adelantado. Para él, 2006 ha empezado muy bien.
El comportamiento en 2005 de las cooperativas de la
Federación de Trabajo Asociado fue positivo en cuanto a facturación, ya que ha
aumentado en un 23,7%, hasta los 6.647 millones. El 52% procedió de ventas en el
exterior a Euskal Herria, lo que demuestra la fortaleza y capacidad que tienen
las cooperativas para hacer frente a los nuevos tiempos. Patxi Ormazabal
reconoce que 2006 ha comenzado «mucho mejor» y que se presenta «un futuro
esperanzador».
¿Qué valoración hace de la evolución de las cooperativas?
El tema cooperativo avanza y se asienta. En principio, los resultados del año 2005 han sido satisfactorios. Han sido buenos. No solamente en los aspectos económicos, sino también en temas de creación de empleo y en internacionalización de las cooperativas con unas características especiales, que no se produce deslocalización. Lo que se hace es incrementar el valor añadido de los productos que se elaboran aquí, en algunos casos, crear empresas fuera para abrir nuevos mercados y, en otros, para producir productos que se terminan aquí.
¿Es necesaria la internacionalización?
Sí. En el mercado que estamos viviendo, aunque seamos cooperativas, tenemos la intención de estar en el mercado y ser líderes en nuestros productos, en nuestros sectores y, en realidad, no hay otro remedio que internacionalizarse. Si quieres se productivo y tener beneficios, que nuestras cooperativas pretenden tener beneficios, aunque luego el reparto de los mismos sea de una manera diferente, hay que salir. Realmente no podríamos hacer todas las cosas que hacemos y tener la ilusión, si no tuviéramos beneficios. Cooperativizar la pobreza tampoco es nuestro interés en este momento.
¿La nueva UE-25 ha provocado nuevos riesgos para el movimiento cooperativo?
Hay varias cooperativas que se han instalado en los países de Europa del Este. El problema suele ser en la fórmula jurídica que hay que adoptar, porque en la cultura social de algunos de esos países, el cooperativismo se confunde con las antiguas cooperativas del Estado que existieron en otros tiempos. Conozco un poco Rumanía, y he estado en Polonia también, allí hablar de cooperativas significa que quien te escucha lo hace con una cierta prevención. De hecho, los movimientos cooperativos incipientes, que hay en estos países, tienen problemas de identidad porque, fundamentalmente, les confunden.
¿Se abrirán nuevas cooperativas en Europa del Este?
No cabe duda. Hace poco hemos tenido una jornada de trabajo sobre la internacionalización. Fue un éxito y vinieron muchas cooperativas, no tan grandes como las que ya están internacionalizadas, pero estaban pensando en aliarse unas con otras, para formar algún tipo de alianzas para internacionalizarse.
¿Es necesario emprender alianzas para salir?
No es obligatorio. No es elemental, pero lo que sí te dicen los expertos, que tienen experiencia en internacionalización, es que la mejor fórmula para ir es con gente, en grupo, buscando alianzas allí. Es mejor que ir por libre, porque, entre otras cosas, hay muchos campos abiertos y es difícil y complicado atender desde una sola entidad esa nueva situación.
¿Es obligatorio salir?
Depende del tipo de cooperativa que sea y del producto que hagas, pero cualquiera que tenga unas expectativas de ampliación de mercados y de productos, se lo tiene que plantear.
¿Se ha quedado pequeña Euskal Herria para las cooperativas vascas?
Dese cuenta que más de un 50% de la producción de las cooperativas está internacionalizada. No quiere decir que más del 50% de lo que se produce aquí se vende en el mercado extranjero, sino que puede ser fabricado aquí y vendido allá, o fabricado fuera por nuestras propias cooperativas. Es un momento importante. Quiere decir que nuestras cooperativas están viviendo de ese proceso de internacionalización, porque se ubican en otros sitios, o venden productos en otros sitios.
Se habla mucho de que las multinacionales se deslocalizan y arrastran a las empresas, ¿y a las cooperativas?
Creo que en menor medida. No ha habido, de hecho, ninguna cooperativa que se haya deslocalizado. Porque es una de las ventajas de su estructura. Si los socios trabajadores son propietarios de la cooperativa difícilmente van a decidir que se vaya a otro lado. En la sociedad anónima es posible, porque los centros de poder están fuera de las propias localidades en que están ubicadas las plantas de producción, y su marcha se produce sin grandes esfuerzos de decisión. Cuando los propietarios son los trabajadores, tomar una decisión de ese tipo es más difícil cuando están ubicados o entroncados en una zona concreta. Hablamos de otro tipo de internacionalización, porque efectivamente se va a otros lugares, pero con otra mentalidad y perspectiva.
¿Es China ya un problema para el mercado o todavía no?
Tenemos plantas de producción en China. No todas son del grupo MCC. Los resultados son interesantes, no sólo en el tema económico, sino en otros aspectos. En la jornada que he comentado antes sobre la internacionalización de cooperativas explicaron sus experiencias en China y estaban fundamentalmente satisfechos por la decisión. Animaban a otras cooperativas a implantarse allí. También se están haciendo prospecciones en India.
¿La competitividad toca de lleno a una cooperativa y también la pone en riesgo?
Sí. Es un mal general. Nos afecta. Hay una diferenciación en este sentido entre cooperativas y sociedades de capital, pero es un riesgo en el cual participamos todos. No somos perfectos, porque tenemos nuestros problemas, nuestras preocupaciones, pero en las cooperativas lo asumimos de otra manera. El riesgo es menor, pero existe.
¿Las sociedades de capital tendrían que seguir los pasos de las cooperativas para blindarse ante los problemas?
En el fondo, es un tema de modelo de sociedad que es el que marca la diferencia, porque el cooperativista se ve más implicado, ve como funciona la empresa, los resultados, los compromisos, los objetivos los ve de una forma más real que en otro tipo de empresas. Al final, te ayuda a poder buscar soluciones a los problemas concretos, porque estás más pegado a la realidad de cada lugar.
¿Es el modelo cooperativo interlocutor de la economía?
No lo es. Es una de las revindicaciones que tenemos en el mundo cooperativo en general no sólo en Euskal Herria, sino en el Estado español y en Europa no se considera al sector cooperativo como un interlocutor. En este momento, se está ganando en interlocución, pero estamos dentro de una apuesta importante dentro de todo el movimiento cooperativo, ya que se está negociando con los diferentes gobiernos europeos, a nivel estatal y autonómico para lograr esa interlocución y nuestra participación. Es un compromiso de nuestra parte para ayudar a dar respuesta a muchos problemas económicos, sociales, etc que se plantean en los foros de interlocución donde no tenemos un protagonismo activo. Somos una especificidad de la sociedad. Podemos hacer aportaciones específicas y especiales diferenciadas del resto de empresas, sin duda.
¿Cómo se canalizará para estar presente en los foros de decisión y debate de la economía?
Participando en organizaciones, en consejos de gobierno de empleo, consejos económicos social, en los foros en los que el empresariado tenga algo que decir. Nosotros también podemos aportar ideas y soluciones diferenciadas, al menos, de las que otros puedan presentar.
¿Qué diferencia tendrá la nueva sociedad capital riesgo con con la de garantía recíproca, Oinarri, que ya está en activo desde hace varios años?
Oinarri es una sociedad de garantía recíproca y vamos a crear otra sociedad con otro contenido. Para dar respuesta al mundo de la cooperativa y de la economía social, en general, surgió Oinarri. Ahora se potencia la nueva sociedad para impulsar algo que en la sociedades de capital ya está resuelto. Oinarri presta una garantía, con la cual vas al intermediario financiero y te da el préstamo. Lo mejor que puede suceder es que no haya noticias en esos siete años. En la de capital riesgo pretendemos otra cosa, además de ayudar a que nazcan nuevas cooperativas y desarrollar las que hay, entrar en su control. Coges una aportación, que la pones en la cooperativa y te da derecho cada equis tiempo a información y a participar en la sociedad. Te permite estar mucho más encima para dar criterio, apoyo, orientación y experiencia económica. Lo otro, Oinarri, es una garantía para una operación.
¿En qué situación se encuentra el nuevo proyecto?
Todavía está sin discutir del todo. En principio, tenemos que estudiar a fondo la prospección que hemos realizado. Si resulta positiva, porque tenemos que juntar a determinadas opiniones y contrastar el estudio, entre otros, con el Gobierno de Gasteiz, con el que ya estamos empezando, este año pondremos en marcha la sociedad.
¿Cuál será la fórmula?
Hay distintas posibilidades, la que tiene más visos de viabilidad, si definitivamente lanzamos el proyecto, será un capital inicial de 3.001 euros, la mitad la aportará el movimiento cooperativo y esperamos que el resto lo ponga el Gobierno. De esta manera se daría impulso a la actividad de las cooperativas. A esa sociedad, se debe sumar Elkarlan, que surgió para promover nuevas cooperativas, impulsar la actividad y el desarrollo de las mismas.
¿Qué perspectivas tiene para este ejercicio?
Positivas. Este año se reconocerán las prestaciones por desempleo para los cooperativistas. Depende de Madrid, pero está encauzado. En el empleo, el año pasado se limitó el crecimiento, pero mantendremos la línea de 1500 empleos, como en años anteriores. Cuando decimos que el año pasado creció el empleo neto en 395 puestos, porque se han creado muchísimos más fuera de aquí, por absorciones, nuevas implantaciones. En 2006 esperamos recuperar el ritmo habitual de 1.500 personas.
A nivel económico, ¿la facturación también continuará con el crecimiento importante?
Desde mediados de noviembre se está creciendo en el nivel de inversiones. El único riesgo que hay en el Estado español en general es que desde mediados de los años noventa la tónica de crecimiento del PIB ha ido por encima de la eurozona y no se sabe si será capaz de mantener ese ritmo, al margen de la tendencia de la UE que es a crecer poco. De alguna manera, antes o después debe de afectar algo. Ese es el problema. En nuestro caso, con los datos de Oinarri entre el primer trimestre este año 2006 y el final de 2005, el incremento de actividad inversora es grandísimo. Se está duplicando el crecimiento. -
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