Alazne ALONSO | ELA
Por una sociedad m�s justa
En Euskal Herria las leyes reconocen una serie de derechos sociales, pero tienen enormes carencias y son inalcanzables para una parte importante de la sociedad como son los sectores m�s desfavorecidos (mujeres, j�venes, inmigrantes o personas con discapacidad). Las instituciones vascas tienen una enorme responsabilidad en esta situaci�n, ya que sus pol�ticas neoliberales llevan, por ejemplo, a que: El Gobierno vasco y el Gobierno de Navarra sean las instituciones que menos recursos destinan a la sanidad p�blica, lo que deteriora la calidad del servicio y precariza las condiciones de trabajo en el sector. En gasto p�blico en educaci�n estemos a la cola europea, existiendo carencias graves como la insuficiencia de plazas p�blicas en el tramo de 0 a 3 a�os. No existan derechos efectivos que puedan reclamar las personas con dependencia. Cada vez son mayores las necesidades sin cubrir, repercutiendo en que el cuidado se haga en el �mbito familiar, es decir, por las mujeres. La pol�tica de vivienda del Gobierno de Navarra y del Gobierno vasco est� siendo muy insuficiente, con lo que las viviendas sociales de alquiler siguen siendo excepci�n, y el precio de las viviendas sigue batiendo r�cords d�a a d�a. Por todo ello, y porque creemos que lo �nico que hace falta para avanzar hacia otra sociedad m�s justa es voluntad pol�tica, ELA, ESK y STEE-EILAS presentamos en los Parlamentos vasco y de Navarra sendas Iniciativas Legislativas Populares (ILPs), reivindicando derechos concretos en dependencia, sanidad, educaci�n y vivienda. La Mesa del Parlamento vasco (compuesta por PNV, EA, EB, PSE y PP) decidi� por unanimidad la no admisi�n a tr�mite de la ILP. Lo mismo ha ocurrido en Nafarroa, aunque alegando motivos muy diferentes. Se cercena la posibilidad de que se lleve el tema al Parlamento. La negativa de la Mesa del Parlamento vasco a aceptar la tramitaci�n de la ILP nos parece inaceptable y muy grave. Se pretende justificar en un informe elaborado por los servicios jur�dicos del Parlamento, informe en el que consta que existen muchas dudas y que es preceptivo, pero no vinculante. La �ltima ILP presentada en el Parlamento, la ��ILP para una Carta de Justicia y Solidaridad con los Pa�ses Empobrecidos�� fue admitida a tr�mite pese a que el informe jur�dico era contrario. Los argumentos con los que se ha rechazado son dos: La falta de homogeneidad de los temas que se recog�an. Sin embargo, tiene un nexo de uni�n claro: el modelo de sociedad justo y solidario que defendemos. Y desde luego no hay m�s hetereogenidad que en otras ILPs admitidas a tr�mite. Que la propuesta sobre la ense�anza de 0 a 3 a�os es id�ntica a la de una proposici�n no de ley aprobada por el Parlamento en esta misma legislatura. No es as�, a pesar de lo cual ya transmitimos a los miembros de la Mesa nuestra disposici�n a modificar este punto de la ILP. Cuando se nos ha notificado la decisi�n de no admitirla se ha subrayado que �no se ha tenido ninguna duda�. Una seguridad muy preocupante si tenemos en cuenta lo que dice el propio informe jur�dico. La causa real del rechazo de la ILP es exclusivamente pol�tica. Quienes mandan (y una parte importante de la oposici�n) reservan en exclusiva la participaci�n pol�tica a los partidos, negando un valor tan importante como es la democracia participativa, demostrando el nulo inter�s para que los grandes d�ficit sociales que denunciamos puedan condicionar en modo alguno el trabajo del Parlamento. No hacen leyes, y no pueden soportar que a trav�s de las ILPs la sociedad les obligue a discutir medidas efectivas de avance social. Si ellos y ellas no las toman es porque no quieren. En Nafarroa el argumento para no admitir ha sido que mediante una ILP no se puede reclamar el derecho a la prestaci�n de los servicios sociales en euskara. Este hecho es sumamente curioso y denunciable. De todos modos, modificando este apartado, vamos a ver cu�l es la voluntad real de la Mesa del Parlamento, ya que volveremos a presentar la ILP en este territorio. Lo ocurrido con las ILPs es una muestra de lo poco que importa a nuestros pol�ticos y pol�ticas el modelo de sociedad. Y tambi�n es un ejemplo de la necesidad de seguir reivindicando, luchando, sensibilizando y moviliz�ndonos. para conseguir un cambio de las pol�ticas p�blicas. La lucha por un cambio del modelo de sociedad es parte de la lucha de clases, y, aunque hay quienes quieren hacernos creer lo contrario, �sta est� plenamente vigente. -
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