LONDRES

El Alto Comisionado Antonio Guterres alertó de que la cifra de personas que reciben asilo en otros países se ha reducido de forma drástica. Sin embargo, denunció que este colectivo está cada vez menos protegido.

El informe, que se presenta cada cinco años, destaca que ha aumentado la cantidad de los desplazados internos, es decir, de las personas que huyen de los conflictos dentro de sus propios países. En opinión del ACNUR, esto se debe a que, en la actualidad, las guerras civiles son más frecuentes que las contiendas entre diferentes estados. Guterres recordó que los desplazados internos «son más difíciles de proteger» que los refugiados, porque su situación depende de sus propios gobiernos, y éstos, a menudo, «son más parte del problema que de la solución».

En el prólogo del informe, Guterres explica que «las personas que en otras condiciones buscarían una seguridad en otras naciones se ven forzadas, cada vez con mayor frecuencia, a permanecer dentro de las fronteras de su propio país, la mayoría de las veces en condiciones similares a las de los refugiados».

Nexo erróneo con inmigración

El ACNUR alertó de las consecuencias negativas sobre los solicitantes de asilo que están teniendo las políticas contra la inmigración ilegal y la llamada «lucha contra el terrorismo».

En esta línea, alertó de que se relaciona erróneamente a los refugiados con los inmigrantes ilegales, lo que genera una «creciente intolerancia» en la sociedad con respecto a los solicitantes de asilo. El Alto Comisionado estableció como objetivo prioritario del ACNUR la desvinculación de ambas cuestiones e insistió en que «los refugiados no son los que provocan la inseguridad, sino que son víctimas» de la violencia.

Otro de los de factores que alimentan esta situación de desprotección es el económico. Según Naciones Unidas, los estados ponen mayor énfasis «en los costes económicos de ofrecer asilo». «Algunos estados que tenían políticas generosas hacia los refugiados ahora consideran que los costes del asilo son mayores que sus beneficios. Claro, era más fácil recibir a refugiados que eran similares culturalmente, que servían de mano de obra, llegaban en cantidades manejables y ayudaban a reafirmar objetivos ideológicos o estratégicos», agrega el informe.

Todas estas razones han llevado a cuestionar incluso la Convención de 1951, que garantiza los derechos humanos básicos del refugiado y el derecho a no ser repatriado contra su voluntad a un país donde sufran persecución. «En un mundo cada vez más hostil hacia el asilo y hacia los refugiados, se ha cuestionado hasta de la relevancia de la Convención», destaca el texto.

Menos conflictos entre estados

La reducida cifra de refugiados es consecuencia también de que en el periodo que abarca el informe, de 2000 a 2005, han disminuido las guerras y conflictos transfronterizos, lo que ha posibilitado el regreso de muchos refugiados a sus países de origen.

El ACNUR destaca que en este tiempo han regresado a su país cuatro millones de afganos, así como cientos de miles de personas a Sierra Leona, Burundi, Liberia y Angola. En el sur de Sudán, donde se han dado los primeros pasos para superar la guerra civil en la que han estado sumergidos durante décadas, se espera que en los próximos años regresen unos cuatro millones de refugiados y desplazados.