La «herriko taberna» de Zamudio, precintada
Ibon Meñika, conocido por su labor de portavoz de los acusados en el «caso Jarrai-Haika-Segi», seguía ayer incomunicado en manos de la Guardia Civil. Sus allegados desconocían dónde y en qué situación se encontraba el joven detenido el martes en Abadiño. Ese mismo día, entrada ya la noche, la Guardia Civil registró su habitación en su domicilio de Zamudio, así como la «herriko taberna», que ha sido precintada. Los agentes identificaron a quienes estaban en el local y les obligaron a permanecer contra la pared por espacio de dos horas. En ambos registros se incautaron de varias cajas.
ZAMUDIO
Tras el arresto el martes por la tarde de Ibon Meñika, la Guardia Civil efectuó ya entrada la noche sendos registros en la vivienda del joven y en la herriko taberna de la localidad de Zamudio, que posteriormente también precintó.Según relatóun testigo presencial a GARA, los allegados y vecinos de la localidad supieron del arresto a través de la radio: «Todos nos enteramos así. Quedamos en reunirnos a las 23.00 en la herriko, y algunos nos dirigimos a casa de Ibon para informar personalmente a la familia. Cuando volvimos vimos que los alrededores de la herriko estaban llenos de guardias civiles e intentamos alejarnos, pero nos cogieron y nos llevaron a la herriko, donde permanecían otras 12 personas». La Guardia Civil obligó a las 15 personas allí presentes a permanecer contra la pared en el exterior del local al menos por espacio de dos horas. «Nos identificaron y nos tuvieron a todos en fila, con las manos a la vista, les tuvimos que mostrar lo que llevábamos en los bolsillos... Habría un total de seis o siete patrols, y cerca de 15 ó 17 agentes uniformados, además de los que iban de paisano», relató el testigo, quien añadió que los agentes les fueron llamando uno por uno a una esquina, donde les preguntaron cosas como dónde viven, a qué se dedican o qué relación mantienen con Ibon Meñika.
Testigo del registro El registro de la herriko se realizó con posterioridad al de la vivienda del joven. El vecino de Zamudio explicó a este diario que, según la información que tenía la familia, fue el propio Meñika quien abrió la puerta de casa, y los agentes sólo registraron su habitación. De allí se llevaron dos o tres cajas llenas, al parecer, de papeles.
Este testigo deduce que fue después cuando el joven fue llevado hasta las puertas de la herriko, donde permaneció en el interior de un vehículo policial sin que los allí presentes se percataran de ello. Mientras éstos permanecían contra la pared, Meñika fue introducido poco después al local. «Nos dijeron que nos podíamos ir, pero les dijimos que no. No veíamos la puerta del local, pero Ibon tuvo que escuchar nuestros gritos de apoyo aunque no le dejaran girarse para mirarnos. Ibon fue el único testigo del registro», apuntó.También de la herriko extrajeron al menos un par de cajas y una mochila, «si bien no sabemos aún qué portaban en ellas». «El trato fue respetuoso, pero también bastante raro prosiguió. Nos trataron con respeto, y hubo algunos momentos en los que los agentes intentaron entablar alguna que otra conversación con nosotros. Por ejemplo, nos preguntaron lo siguiente: ‘¿Qué, dentro de poco los presos a Euskal Herria, no?’ Les respondimos que nosotros no lo sabemos». El mismo testigo relató que la pequeña localidad vizcaina estuvo «tomada» por la Guardia Civil: «Agentes uniformados y secretas estuvieron identificando a todo el mundo en la calle». Hace un par de semanas, y durante tres días, también efectuaron controles a la entrada del municipio. Meñika fue detenido en la tarde del martes, si bien la noticia no se difundió hasta las 22.30 a través de las agencias Efe y Europa Press, que citaban fuentes policiales. Según éstas, el joven viajaba solo en un vehículo que fue interceptado por agentes del GAR del instituto militar en un control de a la altura de Abadiño. Según señalaron esas agencias, y también medios como Tele5, al registrar su coche encontraron al parecer noventa bonos, por valor de 60 euros cada uno, y agregaron que son parte de un sistema de financiación que «ETA ha utilizado de forma intermitente a lo largo de su historia, en momentos de crisis económica». Los supuestos bonos son, según las mismas fuentes, «unas papeletas de cuidada presentación, con impresión a color y el sello de ETA. En una esquina aparece la cantidad estipulada, 60 euros en este caso, y, en euskara, señala que se trata de una ‘colaboración en favor’ de la causa independentista de la organización terrorista». Por ello, especularon con que puedan acusar al joven de «colaboración» con ETA.
Segi: «El arresto no es casual en este momento político»
Segi, Askatasuna y Batasuna coincidieron en denunciar el arresto, y señalaron que se trata de otra medida que perpetúa el conflicto. Segi cree que la detención «no es una casualidad» en la actual coyuntura y que se enmarca en la «estrategia represiva» del Estado español. Alertó de que Meñika puede estar siendo objeto de torturas y dijo que la responsabilidad de lo que le pueda ocurrir es de los dirigentes del Gobierno español. Batasuna, que también se mostró preocupada, exigió al PSOE que acabe con «las detenciones, las agresiones y cierres» de sedes, que califica de «totalmente inaceptables». Para Askatasuna, es «un ejemplo más de la violencia y la ocupación policial». -
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