Maite Soroa
Se han vuelto anticlericales
Algunos se ponen malos sólo de pensar que sus miserias puedan ser conocidas fuera de su casa. Por eso, cuando del asunto vasco se trata, temen más a la intervención de agentes internacionales que a la gripe aviar servida en pepitoria.Alonso Ussia (que se llama Ildefonso, pero le da vergüenza) se preguntaba ayer en “La Razón”: «¿Qué pinta en España ese sacerdote amigo de los terroristas?». Se refería a Alec Reid, de quien decía: «se entiende que el entorno batasuno lo reciba y agasaje, como hizo con Hebe de Bonafini y Pérez-Esquivel, el mamarraché porteño. El tal Alec Reid, según parece sacerdote Redentorista, se ha propuesto redimirnos a todos los españoles bendiciéndonos desde el hacha y la serpiente de la ETA». Hay que ser ignorante o tener muy mala fe para escribir lo que antecede. Dice Ussia que no le sirve la experiencia irlandesa porque «el problema de Irlanda nada tiene que ver con el nacionalismo y el terrorismo en las vascongadas», para luego contradecirse: «Por supuesto que en Irlanda, el padre Alec Reid ha estado, está y estará con el IRA. Como aquí en España, ha estado, está y estará con la ETA». Y aquí, saca a pasear sus fantasmas: «de producción propia o de importación, el terrorismo vasco siempre ha tenido algún sacerdote de cimbel. Sucede que los curas vascos nacionalistas de hoy carecen de popularidad internacional. Por ahí se mueve Setién, el Obispo Emérito de San Sebastián, al que ya nadie hace caso». Lo que le duele a Ussia es que Reid haya dicho cosas como la que sigue: «Nos ha dicho que Otegui es el dirigente indiscutible de Batasuna ahí coincide plenamente con Pepiño Blanco, pero que el Gerry Adams o Garry Adams vasco es Usabiaga (Š) para mí, que este Alec Reid es de los sacerdotes que se meten en un confesionario para perdonar los pecados de un etarra creyente que los hay y se desarrolla de esta guisa el diálogo penitencial. Padre, me acuso de haber matado a una persona; ¿Era nacionalista?; no, padre, además de maqueta era contraria al camino de la paz; ¿Cómo la has matado, hijo mío?; de un disparo en la nuca. Pero fue con anterioridad a la tregua; En ese caso, no te preocupes. Estás absuelto». Tras tamañas tonterías, terminaba: «Ignoro quién es, en
la jerarquía de la Iglesia Católica, el inmediato superior de este entrometido
tarambana. (...) Que negocie con la ETA y con su madre, si es lo que le
divierte, pero sin confundir el símbolo sagrado de la Cruz con el asesino del
hacha y la serpiente». Ussia, el Cruzado. ¡Qué bueno! - msoroa@gara.net
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