NUEVA YORK

Muy ilusionado con el filme, Medem asegura que esta película le ha servido de «terapia» para quitarse de encima toda la «amargura y tensión» que sufrió tras el estreno en 2004 de “La pelota vasca”, muy criticado por la Asociación de Víctimas del Terrorismo, el Partido Popular y diversos círculos intelectuales españoles.

Afirma que le dolió especialmente que algunos le tacharan de «proetarra sin ni siquiera haber visto el documental», por

lo que le resultó «emocionante» que TVE la proyectara tras el anuncio del alto el fuego permanente de ETA, para que todo el mundo pudiera juzgar por sí mismo. Incluso ha decidido guardar en un cajón la que iba a ser la continuación del documental, “Aitor”, sin saber si la aparcará un tiempo o no la hará ya nunca.

Una vez superada la crisis, asegura no arrepentirse de haber rodado “La pelota vasca”, aunque reconoce que «si llego a saber todo lo que me iba a caer, no sé si hubiera tenido la fuerza de hacerlo. Fue una burrada, algo muy duro. Pasé un año horrible, pero estoy muy bien, absolutamente recuperado y más fuerte», apuntó.

Todo son elogios para la actriz protagonista de “Caótica Ana”, Manuela Velles. «Ha sido todo un descubrimiento. Manuela va a ser segurísimo algo grande. Es una actriz de raza. Me he encontrado con un sueño, alguien que nunca había trabajado antes en el cine, lo que le ha permitido coger mayor intimidad al personaje».

Manuela, madrileña de 19 años, interpreta el papel de Ana, una joven pintora que posee recuerdos de otras mujeres que murieron a los 22 años, y que piensa que ése es también su destino, lo que la lleva a viajar de su Ibiza natal a Madrid y, tras varios destinos, a Estados Unidos. En su periplo, conoce a un joven saharaui, Said, personaje que interpreta el joven francés Nicolas Cazale, protagonista de “El Gran Viaje” (Ismael Ferroukhi, 2004), y del que se enamora.

El director considera que este filme es un retrato del viaje interior que realiza Ana, en el que encuentra grandes conflictos, por los contrastes entre lo que es y lo que cree ser. «Es una película complicadísima, especialmente para Manuela. Es muy difícil, por la gran cantidad de matices, de registros, pero le está saliendo muy bien», apuntó el director, que permanecerá en Nueva York hasta el próximo martes.

Rumbo a Arizona

Tras vivir un tiempo en Nueva York, el año pasado, mientras escribía el guión de la película, Medem considera que en Estados Unidos existe un «cine independiente maravilloso», con el que se siente más conectado que con las producciones de Hollywood.

Por eso, y porque considera que tiene ya un estilo «definido y personal», que no puede cambiar, el director de cine donostiarra decidió rechazar la propuesta que le hizo Steven Spielberg para dirigir “La máscara del Zorro”.