Maite Soroa
Empiezan a olerse algo
Parece que algunos han empezado a percatarse de la profundidad que puede alcanzar el proceso político que se abre en Euskal Herria. Los más alarmistas, en la derechona hispánica. Ayer, en su editorial, “Abc” alertaba sobre lo que puede suceder y no quieren que suceda: «no se trata sólo de comprobar que el alto el fuego es real, sino de saber qué pasos se van a dar a partir de esa comprobación. (...) si Batasuna va a ser interlocutor de ese diálogo, no se puede obviar que esta formación, ilegal y disuelta por ser terrorista, está poniendo condiciones previas y plazos que requieren una descalificación explícita del Ejecutivo». Y empiezan a iluminarse las luces rojas: «El problema para el Gobierno es que si da crédito a ETA y Batasuna cuando le transmiten que no tuvieron que ver con el atentado de Barañáin también habrá de dar el mismo crédito cuando Otegi le fija las condiciones irrenunciables para la ‘superación del conflicto’». Se alarman más cuando escuchan cosas sensatas: «La última condición ‘irrenunciable’ de Batasuna ha sido su legalización inmediata, oportunamente acompañada por la declaración del Parlamento vasco, aprobada el viernes, que emplaza al Gobierno de Rodríguez Zapatero a que la Fiscalía retire la acusación en el macroproceso que se celebra en la Audiencia Nacional». Y la fórmula: «el Gobierno (...) debe transmitir a los batasunos que no están en condiciones de exigir nada, ni su legalización ni ninguna otra condición política. Porque, si como dice el Gobierno, ETA está derrotada y convencida del fracaso del terrorismo, no hay ninguna razón para contemporizar con quienes forman parte de la estructura terrorista y deben sentirse tan derrotados como el resto de los terroristas».Y como de lo que se trata es de emponzoñar para que todo
se vaya al garete, “Abc” concluye dando las órdenes oportunas: «El Gobierno de
Rodríguez Zapatero no debe dar ningún paso, ni sugerirlo siquiera, que implique
reponer a ETA y Batasuna en una situación previa a la decadencia forzada por la
Ley de Partidos Políticos y el Pacto Antiterrorista. La posibilidad de futuros
pactos entre el PSE y Batasuna, reconocida ayer por su portavoz parlamentario,
José Antonio Pastor, sólo anima a ETA a no renunciar a nada. El error
estratégico sería dramático, pero el daño moral y político a la sociedad
española, aún mayor. El horizonte del fin del terrorismo debe estar despejado de
terroristas y exento del más mínimo precio político. Debe ser una victoria
inapelable del Estado y de los españoles». - msoroa@gara.net
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