Esta semana dos ciudadanos de Euskal Herria han visto recortados sus derechos en nombre de una ley que dice defenderlos. A uno de ellos le han negado la entrada al Juzgado de Barakaldo donde debía ser juzgado y, como consecuencia, no ha podido ejercitar su derecho a la defensa. El motivo, identificarse con el EHNA. En Donostia la Ertzaintza ha multado a otro ciudadano por llevar las iniciales de Euskal Herria superpuestas a la de España. Durante años hemos soportado hasta la saturación el discurso que pretendía convencer de la marginación, acoso e, incluso, limpieza étnica. Siempre dirigidas contra quienes se identifican como españoles, por supuesto. Sin embargo, la realidad es terca y nos muestra repetidamente que en este país cualquiera puede hacer gala de su nacionalidad, sea ésta francesa, española, o cualquier otra, pero siempre y cuando no sea vasca. Hechos como los ocurridos esta semana son habituales, pero no por ello dejan de ser graves. En este país a la postura de quienes quieren mostrarse, vivir como vascos se antepone la ley, ley ciega no por imparcial, sino por no querer ver que la actitud mencionada de muchos ciudadanos no es sino la evidencia de un problema que no se puede resolver a base de multas. -

Horror en primera persona

La sección de Mundua de este diario lleva hoy a sus páginas un testimonio de primera mano sobre el horror de Guantánamo. A sus 28 años, el joven británico de origen marroquí Tarek Dergoul describe cómo fue detenido en Afganistán y llevado al campo de concentración levantado por los estadounidenses en la base que ocupan ilegalmente en Guantánamo (Cuba). Dos años sin acu- saciones ni juicio debieron pasar hasta que el joven fuera liberado sin más explicaciones. El daño desborda las verjas de Guantánamo: las amenazas e insultos recibidos por él y sus allegados le han obligado a desistir de su idea de volver a instalarse en el domicilio familiar en Londres. -

Uda atarian, sua

Peña mendizerran pizturiko suteak 340 hektarea kiskali zituen Nafarroan, eta beste 65, Zaragozan. Inor zauritu ez bazen ere, suak kalte handiak eragin zituen nekazaritzaguneetan. Garta-denborek iragartzen duten legez, udara bero-beroa izaten badugu, aldez aurretik argia pizteak guztiz komenigarria dirudi. Hartara, jendearen jokabidea egokia izan dadin ohiko aholkuak gogora ekartzea ez dago sobera. Hortik aurrera, larrialdietan aritzeko diren zerbitzuak ondo hornitzea ezinbestekoa da. Beroaldi eta lehorteek gero eta maizago bisitatzen gaituztenez gero, horiek sortzen dituzten arazoei aurre egiteko erak hobetzeaz gain, herritarren konpromisoa areagotu behar da. -