ARGENTINA 6
SERBIA Y MONTENEGRO 0
IRUÑEA
No podía haber escogido peor día para conmemorar un logro tan importante como es el de cumplir cien encuentros con su selección. En la memoria de Savo Milosevic quedará el recuerdo de este partido, pero no por el logro histórico de un jugador emblemático para Serbia, sino por el repaso que Argentina le dio al combinado balcánico.La albiceleste dominó de principio a fin, manejó el ritmo de partido Riquelme marcó los tiempos, zarandeó a los serbios cómo y cuándo quiso, y les aplicó un set de goles, que les obliga a preparar las maletas a los de Petkovic antes de lo que quisieran.
Argentina desplegó una imagen magnífica incluso mejor que la ofrecida por España el miércoles y se postuló como seria candidata al título mundialista.
La más que demostrada seguridad defensiva de los balcánicos, que sólo sumaron un tanto en contra en la fase clasificatoria, le costó apenas seis minutos a los de Pékerman comenzar a hacerla añicos. Después, el reguero de dianas confirmó que el momento de los sudamericanos es envidiable.
En favor de Serbia habrá que decir que su esquema se vio seriamente resentido por las lesiones de dos de sus mejores hombres en defensa y ataque, además de haber tenido la “fortuna” de tocarle en suerte el grupo más difícil, con diferencia, del torneo.
Petkovic alineó a habituales centrales para ubicarlos en los dos laterales, hecho que no pasó desapercibido para el míster argentino, que insistió en penetrar por banda, lo que mostró las carencias en lo que a velocidad y cintura se refiere de dos neófitos en el puesto, Duljaj y Krstajic.
La mejor jugada
Saviola el pibito parecía tener ruedas en lugar de piernas y Maxi Rodríguez camparon a sus anchas entre la zaga de Serbia, que se veía obligada a llevar el peso del choque apenas iniciado, algo a lo que no está acostumbrada. Ello trajo consigo numerosas pérdidas de balón en la medular y las consiguientes contras albicelestes.
Argentina controlaba a placer Riquelme, dueño y señor del centro del campo, se erigió en motor de su escuadra e hilvanaba a la media hora la mejor jugada vista hasta ahora en el Mundial de Alemania.Tras tocar prácticamente todos los jugadores, el jugador del Villarreal se apoyó en Saviola, quien cedió el balón a Crespo para, en una doble pared, combinar con el incorporado Cambiasso, el cual materializó un 2-0 que encarrilaba el envite.
Serbia, impotente, bajó los brazos sin ser consciente de que su actitud podía traerle consecuencias nefastas en forma de goleada sonrojante. El tercero volvió a hacer patentes las deficiencias defensivas de los balcánicos.
Sin apenas quererlo, los de Pékerman se adormilaron en los primeros compases de la reanudación, pero Pékerman tenía el remedio: Tévez y Messi. Las ganas de reivindicarse de ambos revolucionaron el choque en el último cuarto de hora. Le dieron una quinta marcha al ataque argentino, anotaron y se lo pusieron difícil al míster para seguir considerándolos hombres de banquillo.
