Entre los alemanes que este año se van a trabajar al extranjero destaca el nombre de la ex estrella mediática de Los Verdes, Joseph Joschka Fischer. El que fuera ministro de Asuntos Exteriores y vicecanciller del bipartito rojiverde que lideró Gerhard Schröder, impartirá clases de «política exterior» en la universidad de elite de Princeton en EEUU.

Desde la debacle electoral en 2005 y la formación de la Gran Coalición por democristianos (CDU/CSU) y socialdemócratas (SPD) ya se barajaba la posibilidad de que Fischer pudiera marcharse al Nuevo Mundo o a Israel. Hasta hace pocos días el político, que no tiene siquiera estudios universitarios y que tampoco cursó la selectividad, amenazaba con acciones jurídicas a todos aquellos medios de comunicación que informaron sobre su salida hacia ultramar.

Sin embargo, el pasado día 27, el grupo parlamentario de Los Verdes en el Bundestag celebró la despedida de su gran líder, quien les llevó a la primera coalición de ámbito nacional en 1998, formando parte del ejecutivo del SPD. La fiesta fue sin periodistas, cámaras ni micrófonos. Fue la hasta ahora última venganza de Fischer a la prensa de su país que no le quería por su arrogancia.

El político abandonó el Bundestag con diez botellas de vino que sus correligionarios le regalaron. En setiembre Fischer dejará su puesto de diputado. No obstante, mantendrá su residencia en Berlín porque el contrato de Princeton es sólo de 12 meses. Además tendrá que venir varias veces a la capital porque la comisión parlamentaria que investiga los secuestros de la CIA le citará. Su carrera de político profesional en Alemania parece haberse terminado ­por el momento­ pero habrá que ver si intervendrá en la política internacional y para quién.

Fischer está casado en quintas nupcias con Minu Barati desde 2005. De uno de sus matrimonios anteriores tiene un hijo y una hija. Desde abril de 2005 es abuelo. El político y futuro catedrático nació en 1948. Fischer no siguió la tradición familiar aprendiendo el oficio de los carniceros, sino que desde muy temprano militó en organizaciones izquierdistas del «movimiento del 68».

En la década de los 70 mantuvo también contactos con personas que formaban parte de los grupos armados de la izquierda que lucharon tanto contra el Estado de Bonn como también contra las tropas de EEUU en territorio de la República Federal Alemana.

Durante el juicio que se celebró hace un lustro contra el principal sospechoso del atentado mortal, en 1981, contra el ministro de Hacienda de Hesse, Heinz-Herbert Karry, se descubrió que las armas habían sido transportadas en el coche de Fischer. Aunque las autoridades sabían de las acciones violentas de Fischer contra policías, por un lado, y contra el Consulado General franquista, por otro, nunca tuvo problemas a la hora de subir escalones en la vida política.

Es extraordinaria esta biografía porque activistas que nunca ejercieron la violencia no encontraron trabajo en la administración pública por su ideología política.

Fue Fischer quien, junto con el eurodiputado Daniel Cohn-Bendit, eliminó el ala «fundamentalista» de los Verdes. En Hesse formó el primer ejecutivo con el SPD en el ámbito regional. Si bien en 1969 participó en una conferencia de la OLP en Argel, en la cual Yaser Arafat llamó a la «lucha final» contra Israel, en los pasados años Fischer apoyó cada vez más la política de Israel. Fue él quien con el lema “Nunca jamás Auschwitz” logró que en 1999 muchos verdes apoyasen los bombardeos de la OTAN contra Serbia. Esta versatilidad ideológica explica, asimismo, la oferta de Princeton. -

Ingo NIEBEL