Blanca Arrieta y John Scott estrenan en Gasteiz su obra conjunta «Silvery snot»
Blanca Arrieta, bailarina y directora de la Compañía Ciento Cincuenta Cuerdas, presentó ayer el espectáculo «Silvery Snot» que ha creado junto al director artístico de la Irish Modern Dance Theatre, John Scott. El interés que despertó la danza de Scott en Arrieta hizo que la bailarina vasca se pusiera en contacto con el coreógrafo irlandés. Fruto de la colaboración entre ambos es la obra que se estrena hoy en el teatro Federico García Lorca de Gasteiz, a partir de las 20.30 horas.
GASTEIZ
Blanca Arrieta conocía a conciencia el trabajo del director artístico John Scott. «Tenía interés por trabajar con él», reconoció ayer en Gasteiz la bailarina y directora vasca. Junto a ella se sentó ayer el director irlandés, que se mostró muy contento y satisfecho por el trabajo conjunto realizado. Ambos han investigado sobre los movimientos del cuerpo en la danza y su resultado se verá hoy en el estreno de su obra conjunta “Silvery Snot”, que tendrá lugar en el teatro Federico García Lorca a partir de las 20.30 horas.«Le había visto trabajar pero nunca había actuado con él. Hemos aprendido mucho el uno del otro», explicó Blanca Arrieta. A John Scott le gustó la propuesta y aceptó. «Vine a Bilbao a ver cómo trabajaba Blanca, a conocer el país e idear la obra», reconoció el irlandés. “Silvery Snot” tiene como hilo argumental la evolución del cuerpo rígido y duro hacia una condición más fluida e íntima. «Se trata de intentar hacer desaparecer los huesos del cuerpo para que éste se mueva libre como un pez o un caracol», añadió Scott. El título de la obra hace referencia a un poema inglés con el que Scott ha querido trasladar al público la idea del paso del tiempo. «Un caracol se mueve lento y despacio, pero el recorrido que hace queda visible en el rastro que deja a su paso. Su camino tiene una continuidad descifró. He trabajado durante tres años con refugiados que han llegado a Irlanda tras ser torturados en sus países. He trabajado con esos cuerpos doloridos. Y la vida continúa». La obra trascurre en un escenario desnudo en el que el espacio tan sólo es una cámara negra. Blanca Arrieta interpreta el solo “Efecto mariposa”, de escasos diez minutos, y posteriormente entran en escena tres bailarines que completan la obra. Según apuntó Arrieta, «ambos tenemos un interés común por trabajar el cuerpo en la danza y aunque nos diferencian los movimientos, coincidimos en el cuidado del detalle, la sencillez y el lado humano».
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