Bilbo recibe algunas de las obras m�s representativas de Kasimir Mal�vich
El Museo de Bellas Artes de Bilbo dedica desde ayer una amplia exposici�n al artista ucraniano Kasimir Mal�vich. Esta re�ne m�s de un centenar de obras del padre del suprematismo, procedentes de distintas pinacotecas rusas y de colecciones particulares. Las piezas seleccionadas por los comisarios Jean-Claude Marcad�, Jean-Hubert Martin y Evgenia Petrova dan cuenta de la evoluci�n del creador, cuya influencia ha llegado hasta nuestros d�as y ha dejado huella en varias generaciones de artistas vascos, entre ellos, Jorge Oteiza. La muestra permanecer� abierta hasta el 10 de setiembre.
BILBO
Nacido en Kiev en 1879, Kasimir Mal�vich es una de las figuras clave del arte del siglo XX. Sus obras suprematistas abrieron el camino hacia un arte desvinculado del objeto, hacia la abstracci�n total.La exposici�n abierta ayer en elMuseo de Bellas Artes de Bilbo exhibe los emblem�ticos ��Cuadro rojo�� y ��Cuadro negro��, ambos procedentes del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, y otras piezas conocidas, verdaderos hitos del arte contempor�neo. La mayor parte de la producci�n de Mal�vich se encuentra localizada en Rusia, repartida por sus distintos museos. No es habitual que sea trasladada a otros puntos de Europa. Los expertos en la obra de Mal�vich Jean-Claude Marcad�, Jean-Hubert Martin y Evgenia Petrova han comisariado la muestra que, previamente en Catalunya y ahora, por primera vez, en Euskal Herria, gu�a al p�blico a trav�s de la producci�n de este singular artista, en un recorrido cronol�gico. La exposici�n proporciona una amplia visi�n del trabajo de Mal�vich. Incluye sus primeros bocetos impresionistas, pinturas simbolistas y fauvistas, im�genes de campesinos realizadas por el pintor entre 1911 y 1912, as� como algunas composiciones cubofuturistas.
Pintura, dibujos y escultura Mal�vich tom� del cubismo la deconstrucci�n geom�trica de los objetos y personajes, y les imprimi� movimiento, adem�s de una paleta de colores met�licos. En las paredes de la Sala Arte Contempor�neo del Museo de Bellas Artes de Bilbo se pueden admirar varias piezas de este estilo: ��Estaci�n sin parada�� y ��M�quina de coser��, adem�s de ��Retrato perfeccionado de IvanVassilievich��, considerada una de las obras maestras de Mal�vich.
En este mismo espacio se pueden contemplar los dibujos para la escenograf�a y el vestuario de la �pera ��Victoria sobre el sol��. Compuesta por Mijail Matiushin, el espect�culo que se represent� en 1913 en un teatro de SanPertersburgo se acerc� mucho a lo que hoy conocemos como performance. Los dise�os que realiz� Kasimir Mal�vich para este trabajo apuntaron ya hacia la aparici�n del suprematismo. La muestra se completa con varios �leos representativos de la pintura suprematista, apartado que incorpora un buen n�mero de dibujos. Tambi�n est�n presentes once �arquitectones�, la versi�n arquitecto-escult�rica del suprematismo. Algunos de estos elementos se exponen por primera vez, debido a su delicadeza. Hay elementos originales y algunas r�plicas realizadas por el Centro Georges Pompidou en 1989, a partir de dibujos y fotograf�as. La subdirectora de la galer�a Tretiakov de Mosc�, Irina Lebedeva, explic� ayer en Bilbo que Mal�vich utiliz� el yeso para realizar estas esculturas. Con el paso del tiempo, la mayor�a de �stas no se han conservado. La selecci�n de obras que acoge el Museo de Bellas Artes de Bilbo da cuenta, en su parte final, del retorno del artista ucraniano a la figuraci�n y a la iconograf�a campesina. ��Cabeza de campesino�� y ��Deportistas�� son dos de los lienzos que se exponen, dem�s de dibujos a l�piz sobre papel. Guardado en vitrinas, hay tambi�n material documental, como el testamento manuscrito del artista o su pasaporte. Irina Lebedeva se�al� que Mal�vich permaneci� en el olvido durante largo tiempo. De hecho, dijo, �no hace mucho que se ha comenzado a estudiar su producci�n art�stica�.Es por ello que uno de los motivos de esta exposici�n, promovida por el Museo Estatal de San Petersburgo, es dar a conocer su obra fuera de Rusia. Sobre el contenido de la muestra, incidi� en que, vistos los inicios, �era bastante dif�cil imaginar que Mal�vich dar�a un salto tan grande�, tal y como queda de manifiesto en la exposici�n.
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