A nadie se le escapa que, hasta el momento, el de 2006 está siendo un Tour bastante raro. Y me parece que las primeras etapas de montaña también pueden sorprender a más de uno. Me refiero a que, a falta de grandes favoritos o por la gran cantidad de ellos las etapas de alta montaña podrían variar respecto a lo que hemos visto durante los años de reinado de Lance Armstrong.
Por un lado, veo el riesgo de que una escapada no controlada por parte del pelotón pueda coger una minutada difícil de recortar en las siguientes jornadas. Por otra, y a pesar de que puede haber más ataques que en una carrera muy controlada, la primera etapa de Pirineos cuenta con muchos kilómetros entre la última cima y la llegada, factor que no beneficia al escalador puro.
Hecho el análisis, llega el tiempo de los pronósticos y, la verdad, entre los corredores que han mostrado buenas piernas en la crono, me quedo con Andreas Kloden.-