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Gara > Idatzia > Iritzia > Gutunak 2006-07-13
La audiencia nacional y su alargada sombra

A pesar del incipiente proceso de paz que se asoma, todavía subsisten rescoldos de la situación de precariedad que viene sufriendo el Estado de Derecho y la separación de poderes en el contexto español. Uno de los ejemplos palpables a este respecto sigue siendo el papel de la Audiencia Nacional (heredera del infausto Tribunal de Orden Público franquista) en distintos procesos, muchos de los cuales no dejan de representar actuaciones procesales y judiciales de marcado carácter político. Llaman la atención en este contexto la proliferación de fianzas impuestas con carácter cautelar sin fundamento jurídico alguno, el procesamiento de personas como Gorka Agirre y, ayer mismo, la incomprensible y lamentable detención del periodista y Director de Noticias de Gipuzkoa y Diario de Noticias de Navarra, Pablo Muñoz.

Este uso desproporcionado y, en ocasiones, político, de la Audiencia Nacional vuelve a poner de manifiesto la precariedad y la subversión del Derecho vigente, allí donde la separación de poderes rompe con sus garantías constitucionales para que el poder se ejerza de forma omnímoda y sin sometimiento a la propia Constitución y a su régimen de garantías. En este caso, además, todo apunta a que la pérfida motivación política no es otra que la de dinamitar ese proceso de paz que tanto ansía nuestra sociedad y que tanto se empeñan en fustigar desde algunos foros. Con este tipo de actuaciones, meros jueces de instrucción de la Audiencia Nacional suspenden, de hecho y de Derecho, actividades políticas, periodísticas, asociativas o personales sin dirimir responsabilidad penal de ningún tipo. Pero, además, la Audiencia Nacional ha terminado asumiendo la legitimación y competencia para decidir sobre la autorización o no del simple ejercicio de derechos fundamentales que corresponden a todos los ciudadanos, pero sistemáticamente coartados por jueces de instrucción como Garzón o Marlaska.

Pese a todo, del propio Derecho Internacional y de la Constitución española «vigente» se desprende que los derechos fundamentales no pueden ser objeto de concesión por parte del legislador, del ejecutivo o del poder judicial. Se trata, o mejor, debería tratarse de derechos inseparables de nuestra existencia como personas. Por contra, los ejemplos acontecidos en la Audiencia Nacional son muy diferentes. En su día los casos de “Egin”, “Egunkaria”, las investigaciones masivas abiertas sobre EHAK, el procesamiento de Gorka Agirre o la «kafkiana» detención de Pablo Muñoz nos ubican en una perspectiva bien distinta e inaceptable desde la perspectiva jurídica. Cuando la Constitución proclama y garantiza los derechos fundamentales de los artículos 14 a 30, establece límites infranqueables para una eventual suspensión de tales derechos, que no han sido debidamente garantizados en este contexto. Se trata de una utilización parcial de la Constitución con lecturas alejadas de su tenor jurídico y de sus garantías.

Este tipo de situaciones sólo podrían ser enmendadas por el Tribunal Constitucional y, en su caso, por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Con toda probabilidad, será imposible restituir adecuadamente los derechos fundamentales violentados a su situación originaria. Con ello, las garantías constitucionales de toda la sociedad se han visto nuevamente quebrantadas, consumándose una situación en virtud de la cual la sociedad tiende a dividirse arbitrariamente en grupos que disfrutan en diferente medida de los derechos fundamentales. Todo ello es aberrante en sí mismo, pero encuentra una auténtica sublimación de la barbarie jurídica y política que representa a través de un tribunal de carácter especial, cuyas últimas actuaciones pueden resumirse, sencillamente, en una lucha fraticida contra el proceso de paz y contra quienes siempre han estado comprometidos con la no violencia.

En cualquier caso, nuestra paz tiene la obligación de resistir y salvaguardar sus objetivos cívicos frente a cualquier poder o frente a formas de manipulación como las que sufre ahora un profesional de la talla de Pablo Muñoz. La legitimidad para ello es la que emana de la democracia real como fórmula de convivencia y en permanente construcción sobre la base de los derechos individuales y colectivos. No debe haber marcha atrás. Gure elkartasun osoarekin eta bihotzetik, Pablo Muñoz-ekin.

Xabier Ezeizabarrena, José Manuel Castells, Jon Gurutz Olaskoaga, Baleren Bakaikoa y Luis Bandrés - , Profesores de la UPV/EHU



«Euskara afektiboa efektiboa da»
1960-70eko hamarkadan sekulako aldakuntza gertatu zen Euskal Herrian. Umeak euskaraz hezteko ikastolak sortu ziren. Umeen gurasoek euren seme-alabei ikastolako zereginetan laguntzeko, eta kanpotik etorritakoek euskaraz ikasi ahal izateko, gau eskolak eraiki ziren. Literatura, kazetaritza, kantagintza eta bertsolaritza suspertu ziren. Zazpi herrialde euskaldunak uztartzeko eta bateratzeko egitasmoak aurkeztu ziren. Eta helburu horiek guztiok bideratzeko, euskara batua egituratzen hasi zen. Fernando Muniozguren mutil koskorra zen, baina aldakuntzen lekuko izateak ikasteko eta euskararen eta Euskal Herriaren arrastoan sartzeko balio izan zion.

Gauzak beste era batera ikusten hasi ziren 1980-90eko hamarkadan. Ikastolak eta gau eskolak indartsu zeuden orduko, irrati-telebistak eta egunkaria errotzen eta hedatzen ari ziren, euskarak bazuen lekua unibertsitatean, eta nola edo hala bideratzen hasita zegoen zazpi herrialde euskaldunen arteko batasuna. Euskara batua ere aurrera zihoan. Euskararen etxeak jarrita zeukan gailurra eta, behin hori eginda, etxe barrua antolatzen hasi beharra zegoen.

1980-90eko hamarkadan sortu ziren herrietako euskara taldeak, orduan agertu ziren herri eta eskualde barruko aldizkariak, garai hartan hasi zen aipatzen eta nabarmentzen etxeko eta herri barruko euskararen transmisioaren garrantzia... Fernando Muniozguren sasoiko gizona zen, eta ikusle eta ikasle huts izan beharrean, benetako egile eta eragile gertatu zen.

Eragin zuzena eduki zuen Eibarko “...eta kitto!” eta Zarauzko “Txaparro” aldizkariak abian jartzeko orduan, buru-belarri jardun zuen Deba ibarreko euskara elkarteak batu eta Badihardugu Euskara Elkartea antolatzeko ahaleginean, bizi eta bero aritu zen euskara elkarteen Topagunea eraikitzeko garaian... Eta ekintza horietan murgilduta zebilela, herri hizkeren balioaz jabetu zen. Ontzat ematen zuen, jakina, euskara batua, baina herri euskaldunetan bertako euskara aintzakotzat hartu eta etekina atera beharraz ohartu zen. Herri euskaldunetan guraso eta seme-alaben arteko hizkuntza transmisioa egingo bazen, umeek eta gazteek euren joko eta jolasetan euskaraz jardungo bazuten, etorkinak errazago eta lasterrago bertakotuko baziren, herri hizkerak ezinbestean hartu beharko ziren kontuan.

Herri euskaldunetako hiztunentzat gertuko euskara erabiliz gero, hiztun horiek ere euskara errazago eta gogotsuago erabiliko zutela uste zuen. Herritarrentzat «afektiboa» den euskara erabiliz gero, euskara zabaltzeko eta indartzeko lana ere «efektiboagoa» izango zela esaten zuen. Horixe da, besteak beste, Fernando Muniozgurenengandik jaso nuen ikasgaia, eta horixe da, besteak beste, hari agur esateko orduan, aitortu eta eskertu nahi diodana. Fernandoren senide eta lagunei, berriz, neure elkartasuna erakutsi nahi diet une zail eta gogor honetan.

Koldo Zuazo



Un corazón llamado Zidane
Si Zidane fuera un cabroncete como Materazzi, en lugar de ir con la cabeza por delante a la vista de todo el mundo, habría esperado su oportunidad para meter los tacos en la pierna de su verdugo verbal en una de esas jugadas confusas y a la vez artísticas en las que el agresor pasa a disculpase de inmediato y tienen en la escuelas italiana alumnos aventajados. Pero ocurrió que el mayor talento en el desarrollo del juego cometió un acto de insensatez: violó la ley del fútbol, esa que dice que aunque te machaquen con insultos xenófobos y racistas tú debes comportarte en plan fair play. Está permitido que te rompan la rodilla como a Mikel Aramburu pero te expulsan si ya tu cabeza no puede más y arremetes con ella contra el pecho de tu verdugo produciéndole un derribo inocente. Marco Materazzi, sabedor que una genialidad del francés árabe podía decidir el campeonato llenó sus oídos de insultos en muchos momentos del partido buscando la reacción de ese Zidane temperamental, incapaz de conspirar en el campo y por consiguiente de pensar que el italiano le estaba tendiendo una trampa. Su expulsión nos dejó «tocados» a quienes le admiramos. Su corazón, tan grande, que late al compás de su humanidad y compromiso con sus raíces, le acababa de traicionar: un último insulto sorteó su capacidad de pensar, le golpeó el corazón ahí donde duele y se dejó llevar. Zidane, en este último episodio ha sido noble, una vez más. Otro, por ejemplo Materazzi, habría planificado su venganza.

Iosu Perales



¿De izquierdas y progresistas?
Cualquier ciudadano que conozca la presentación de Nafarroa Bai para las elecciones del año que viene y lea u oiga que es una candidatura de «Izquierdas y Progresista» lo primero que se debería plantear es cómo es posible con el PNV dentro de ella. Que el PNV es de derechas es un dato objetivo por lo que es difícilmente creíble su transformación, mejor dicho imposible, que nadie se engañe. La mejor oportunidad que tuvieron para pronunciarse, como el resto de fuerzas de izquierdas fue contra la constitución europea. Esa coalición no abrió la boca, ni sí ni no, ni todo lo contrario. No fue casualidad pues el PNV, fuera uno de los abanderados del Sí en Euskal Herria, lo que al parecer obligó a no pronunciarse a Nafarroa Bai, en clara muestra de su nula apuesta de «izquierda y progresista». Ahora, si todo es bueno para el convento, y como el proclamarse de izquierdas les puede dar votos, todo vale, sus intereses partidistas están muy por encima de los intereses de navarros/as. Y todo esto sin hablar del código ético que dicen defender, pero ¿alguien se acuerda del código ético de Batzarre, socio de esa candidatura, cuando se quedó con el escaño de Euskal Herritarrok al abandonar ellos la coalición? Euskal Herria, y por tanto Nafarroa, necesita otro tipo de acuerdos, entre todos, en favor de la democracia, la paz, la justicia y la soberanía. Hoy es evidente que algunos prefieren salvar sus carteras, sus puestos institucionales e intentar marginar a quien esta por esa otra vía. Que nadie te engañe.

Joxean Urkiola - Donostia


 
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