Supervivientes
Veía las imágenes de Pablo Muñoz acompañado de encapuchados y pensé en gritarle que el próximo verano nos veremos en Baden Baden. O en la mierda. Perdonen el exabrupto pero hay momentos que me suben todos los espíritus por la pernera del pantalón y se me acomodan allá donde el escroto. Baltasar Garzón ha vuelto y quiere ser ministro de Justicia. Eso dicen los mentideros capitalinos. Mal vamos. ¿Bob Dylan cantó por la paz o por la pasta? Bombay no es un paraíso y otro once se añade a la historia de la tragedia del siglo XXI. ¿Encontrará Acebes en esta acción armada alguna relación con ETA? Lo diré sin aturullarme. Somos excelentes supervivientes. Y con las aves sobrevolando nuestras cabezas la supervivencia es parte fundamental de nuestra idiosincrasia. No podrán. Hemos superado el vino peleón, las drogas, el franquismo, el felipismo, el aznarismo, solos o mezclados con Ardanza o Ibarretxe y podremos con lo que ahora nos intenten colocar. No nos moverán, ni nos conmoverán las lágrimas de Julen, un caso clínico, un enigma del éxito, alguien al que se le acabó el rédito hace mucho. Nuestro himno sentimental será la canción del “Dúo Dinámico”, “Resistiré”. ¿La tararareamos? No la gritamos de cara a todos los malos vientos. Y que nadie escupa al cielo. Los otros, los “Supervivientes” de Tele 5, son meros aficionados. Domingueros de la historia con cámaras al hombro, que han proporcionado un espectáculo de baja intensidad y que han logrado unas cuotas de pantalla suficientes, pero nada espectaculares. Ganó una que llevaba, supuestamente, sola varias semanas. Carmen Russo es un personaje formado en la propia televisión y en su médico cirujano. Dio más juego que nadie. O así lo entendieron quienes le dieron el premio. El resto han sido vividores mediáticos que tienen todavía unas semanas para que se les caduque su presencia. Menos uno, el de las almorranas, que va a las bodas de las franquistas con mucha ilusión y en olor de multitudes. También lo sentaron en “El Rondo”. Está cobrando ahora los réditos de su matrimonio con Terelu. Hablando de porcentajes, el CSI de Tarantino se llevó cerca del 37 por ciento. Lo bueno, gusta. Siempre. -
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