Cuando las once mujeres de Basauri fueron juzgadas por haber abortado, se originó un amplio movimiento de solidaridad con las encausadas: autoinculpaciones en los juzgados, difusión de direcciones para que las mujeres pudieran abortar en otros países, proyección de videos «caseros» sobre cómo practicar un aborto, etc. Creo que fue el mismo año de la promulgación de la L.O. 9/1985, de Reforma del Aborto, artículo 417 bis del Código Penal, cuando la Comisión Pro-Aborto de Barcelona, exigiendo su despenalización, practicó un aborto ante los medios de comunicación.

Si pensábamos que el derecho a disponer de nuestro cuerpo y a vivir libremente nuestra sexualidad, el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) y el derecho a la información y al acceso, gratuito y sin restricciones, a métodos anticonceptivos, eran cuestiones prácticamente resueltas, y que no habría una involución, al menos en la Unión Europea (con su Tratado y sus directivas sobre la igualdad), estábamos equivocadas: Irlanda, Malta, Chipre, Portugal y Polonia constituyen un ejemplo.

En Polonia, tras 40 años de aborto legal y ampliamente accesible, ya no existe libertad de elección para las mujeres, gracias al discurso moral y admoniciones de Karol Wojtyla ­y su sucesor­, que orientan la política de un gobierno ultracatólico de extrema derecha.

Alicia Tysiac percibe una pensión mensual de 140 euros, en concepto de invalidez. Durante su tercer embarazo comenzó a perder la visión. A pesar de los informes oftalmológicos que confirmaban el alto riesgo si concluía su embarazo, le fue negado el derecho al aborto terapéutico. Es probable que quede ciega.

El asunto ha llegado hasta la Corte Europea de Derechos Humanos. No obstante, la Corte no podrá interferir en la legislación polaca relativa a «la moral» y a la «protección de la vida humana», como ya ocurriera en la negociación sobre su incorporación a la UE. Tan sólo puede determinar si sus derechos han sido lesionados (una especie de reparación en el orden simbólico).

Recuerdo la campaña «Una flor para las Mujeres de Kabul». ¿Para cuándo una campaña para mujeres como Alicia? Si fuera en una madrasa paquistaní donde se promoviera la restricción de los derechos de las mujeres, Europa se movilizaría. No tengo la menor duda. Como se trata de la sede de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, se impone el silencio. -