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Los franceses preparan una bienvenida caliente a Armstrong
·El siete veces ganador del Tour acusó a la selección francesa de fútbol de doparse
GAP
Lance Armstrong, conocido por sus gestas deportivas y su enfrentamiento con los muchos detractores que tiene en el Estado francés que le acusan de dopaje, recibirá «una calurosa bienvenida» al escenario de sus éxitos, después de manifestar que «los jugadores de la selección francesa iban dopados», Las últimas declaraciones del siete veces ganador del Tour acusando a Zinedine Zidane y sus compañeros han terminado de encender la mecha, hasta el punto de que nadie puede asegurar la llegada del mito de la bicicleta que, en principio, tenía que haber llegado el lunes para convivir con su equipo, el Discovery, hasta el domingo, final de la carrera en París. «Bienvenido a Francia, Trouduc», dice en su portada “France Soir”, como un reflejo de lo que le espera al campeón, tachado con ese término de persona de poco valor, insignificante y añade que al corredor «se le han fundido los plomos», sin explicarse cómo pudo acusar a los futbolistas franceses «un hombre que antes de hablar consulta siete veces a sus abogados».
Desviar la atención
Entre los innumerables piropos que le dedican a Armstrong, se cuenta que su único objetivo al hablar en esos términos es captar la atención de la prensa ahora que su equipo, el Discovery Channel, no está a su mejor nivel en el Tour, y además tratar de pasar a un segundo plano a su compatriota Floyd Landis, considerado como un traidor por haberse marchado del US Postal al Phonak en 2005. Acusar al equipo nacional francés en plena Zidanemanía en vísperas de su visita, tal vez no haya sido un acierto de Armstrong. «Es un provocador endiablado que jamás ha digerido las acusaciones de dopaje procedentes de nuestro país», cuentan en la prensa, por lo que su visita está considerada como un ejercicio de sadomasoquismo, que además plantea cómo serán recibidos los coches de la formación norteamericana a su paso por la carrera. Refiriéndose a otros asuntos en la ajetreada vida de Armstrong, se recuerda también que la única persona que «aún le quiere un poco» es su ex compañera cantante Sheryl Crow. «Ella se alinea contra la guerra de Irak, el prefiere apoyar a Bush». La llegada de Armstrong se antoja como uno de los acontecimientos estelares del Tour, justo la víspera de la etapa del Alpe D’Huez, cuya cima fue conquistada la última vez.... por Armstrong, cuando era un supercampeón, el maestro, el molinillo. Es improbable que el tejano asome por las rampas del mítico puerto.
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