El luxemburgués del CSCera el protagonista ayer en Bourg d’Oisans antes de la salida de la decimosexta etapa del Tour. Su victoria en Alpe d’Huez le ha confirmado como una de las grandes promesas del ciclismo mundial. Atiende a GARAcon humildad y amabilidad y trasmite su deseo de ayudar a partir de este momento como lo hizo ayer a Carlos Sastre para que su jefe de filas obtenga la mejor clasificación posible en este Tour.¿Cómo se fraguó su victoria en Alpe
d’Huez?
Recuerdo que en la salida varios periodistas luxemburgueses me pedían que ganara en ese puerto en el que ningún ciclista de mi país lo había conseguido y tuve la suerte de meterme en la escapada buena y conseguir ese reto que faltaba a nuestro sorprendente país.
Es lo poco que le faltaba a un país que ha ganado cuatro Tours y un buen número de etapas pese a su poca población...
Es un motivo de orgullo para los luxemburgueses, que es un país que en los últimos años tiene una buena historia ciclista con Charly Gaul, Schutz, mi padre y ahora estamos buenos corredores como Joachim, Kirchen, yo y mi hermano.
¿Cómo salen tan buenos ciclistas en
Luxemburgo?
Es así. No hay muchas razones para explicar por qué surge ese talento. Hace cuarenta años no teníamos casi nada, no teníamos ni corredores que estaban dispuestos a hacer todo como lo hemos hecho nosotros y ahora contamos con mucho potencial y tenemos el mayor porcentaje de profesionales en función del número de habitantes. Además damos un buen nivel. El año pasado fuimos octavos en la clasificación por naciones del Pro Tour por delante de una gran potencia como Francia. Que el pequeño Luxemburgo sea la octava nación es un gran éxito.
¿Hasta qué punto su carrera está marcada
por su padre, Jonhy Schleck?
Corrió nueve Tours, fue compañero de equipo de Luis Ocaña y Anquetil, ganó dos etapas en la Vuelta, conoce bien el ciclismo y en la familia se generó un ambiente que hace que todos seamos ciclistas. Somos tres hermanos, fue el mayor el que empezó, yo seguí detrás de él y Andy, el más pequeño, está ahora conmigo en CSC. Es una historia de familia, es una pasión.
Ha conseguido sus dos mejores victorias
este año pese a sufrir caídas importantes.
He tenido mala suerte. En País Vasco me caí y pasé un día en el hospital y una semana antes del Tour tras otra caída en un entrenamiento, me rompí dos dientes y me tuvieron que dar puntos en la barbilla. Estuve cuatro días sin comer y eso provocó que el inicio del Tour fuera duro para mí, pero ahora toda va bien. Estoy muy cansado, pero todo el mundo lo está.
¿Qué destacaría de su primer Tour un hombre
al que se apunta como candidato futuro?
Es una cosa inmensa, todo es muy grande. El público sigue esta prueba con mucha pasión y es una experiencia que hay que tener varios años. Creo que necesitaré dos o tres para tener la experiencia necesaria en esta prueba. No sé hasta dónde puedo llegar, no tengo una idea clara de cómo se va a desarrollar mi carrera, pero lo que sí sé es que voy a hacer todo lo posible para convertirme un día en un ciclista que acabe en un podio del Tour. No sé si será posible, pero es para lo que trabajo. Yo estoy contento de mi progresión actual, cada año voy a más y espero que esto vaya a continuar de esta manera.
¿Qué conclusiones saca de su primera
experiencia en el Tour?
Lo más importante es economizar al máximo tus energías. Es necesario saber recuperar e intentar estar tranquilo, tener momentos para ti mismo. Son las cosas fundamentales en un Tour. Además debes intentar en las etapas de llano colocarte bien en el pelotón para evitar caídas y mayores cansancios.
Ha sorprendido que CSC haya respondido tan
bien pese a la baja de Ivan Basso...
Fue una pena lo que pasó con Ivan, pero tenemos que hacer la carrera sin él. Ya hemos ganado dos etapas, dominamos la general por equipos y tenemos un gran líder que es Carlos Sastre que puede hacer un buen puesto en el podio final de París. Una vez conseguido un gran objetivo como ganar en la cima de Alpe d’Huez, voy a trabajar para que él pueda estar entre los primeros. En CSCtenemos un equipo muy homogéneo en el que no estamos sólo buenos corredores, además somos buenos amigos y estamos para ayudarnos siempre.
¿Qué parte del éxito le corresponde a
Bjarne Riis?
Mucha, porque todo lo decide él y ha sido quien ha construido este equipo y quien ha elegido las personas más adecuadas para conseguir los objetivos que nos marcamos. -