BOURG D’OISANS
Lance Armstrong dio explicaciones sobre las polémicas manifestaciones en las que llamó «dopados» a los futbolistas franceses, y aseguró que fue «una broma en un programa de televisión» y recalcó una vez más que adora «a Francia y a los franceses». «Adoro a Francia y a los franceses, así como la cultura de este país. No niego lo que dije, lo que lamento es que la interpretación no se ha hecho correctamente en Europa. Debía hacer 10 ó 12 monólogos humorísticos e hice bromas sobre mí mismo y sobre Francia. A la gente le gusta los chistes sobre Francia. Un periódico francés tituló: “Bienvenido a Francia, trouduc” persona insignificante y de poco valor, pero me gustó», dijo Armstrong
El siete veces ganador del Tour, que siguió la decimosexta etapa del Tour en el coche del director del Discovery Channel, Johan Bruyneel, dijo sentirse satisfecho del maillot amarillo que lucía en ese momento Landis.
«No es un Tour devaluado»
«Me alegró del maillot amarillo de Landis. Posee dos minutos de ventaja sobre sus principales rivales, es perseverante, tenaz y creo que puede ganar. Vendría muy bien para el ciclismo americano que ganara después de mí, para los aficionados es bueno que ganen los suyos», aseguró. Su deseo no se cumplió al término de la etapa pues Landis perdió diez minutos.El ex ciclista tejano señaló que el Tour no está devaluado a pesar de las ausencias. «Decir eso no es justo. Para mí el vencedor será un buen vencedor. El que llega de amarillo a París es el que gana», dijo.
Sobre la actuación de su equipo, Armstrong no fue optimista en su valoración. «Estamos pasando un año de transición».
Preguntado por sus relaciones con la dirección del Tour, dijo: «Es muy complicado mantener buenas relaciones con ellos, pero no es posible. Aún amo el Tour. Otro problemas son los hombres del entorno», recalcó.
Armstrong llevó al Tour la víspera de la etapa de Alpe d’Huez y solo habló, con «invitación», para un periódico local, lejos de su atracción mediática habitual.