El Museo de Bellas Artes de Araba repasa la historia de la pintura y escultura vascas
El museo de Bellas Artes de Araba ha recreado el panorama artístico vasco de finales del siglo XIX y principios del XX mediante dos muestras. La primera de ellas está dedicada a la pintura y acoge obras de Antonio M. Lekuona, Juan Angel Sáez, Adolfo Guiard, Darío de Regoyos, Pablo Uranga, Ignacio Díaz Olano, Ignacio Zuloaga y Aurelio Arteta, entre otros. La colección de esculturas suma un total de 19 obras de 14 artistas vascos, entre los que destacan «Busto», de Higinio basterra», «Autorretrato», de Lorenzo Fernández de Viana, o el retrato de Juan Echeverria realizado por el segoviano Emilio Barral.
GASTEIZ
El Museo de Bellas Artes de Araba expone las obras adquiridas durante los últimos cinco años bajo la premisa de abordar la panorámica artística vasca de finales del siglo XIX y principios del XX. El recorrido histórico se completa en dos exposiciones: una de pintura y otra de escultura. “Euskal pintura-Pintura vasca” es el título de la muestra que acoge la sala inicial del museo. Se trata de una nueva visión de la colección de pintura vasca de la pinacoteca que permite observar la evolución que se produce a nivel plástico desde los inicios de la denominada “Escuela Vasca” hasta las generaciones nacidas a principios del siglo XX. Las obras de José Echenagusia (1844-1912), junto con las de Antonio M. de Lekuona (1831-1907) y Juan Angel Sáez (1811-1873), son las encargadas de encabezar la muestra. Se trata de los inicios de la pintura vasca. El contexto histórico no favoreció esta disciplina artística, por lo que muchos de estos artistas buscaron sus fuentes de inspiración en ciudades extranjeras como París, Bruselas, Madrid o Roma. Este fue el caso de Echenagusia, que tenía su residencia en Roma pero trabajaba con encargos para EuskalHerria, y así lo demuestra la decoración mural “La pacificación de los bandos oñacino y gamboino por el Corregidor Gonzalo Moro”. El inicio de la modernidad se le otorga a la pintura que realizan autores como Adolfo Guiard (1860-1916) y Darío de Regoyos (1857-1913), considerados ambos precursores del impresionismo vasco. Un claro ejemplo es el cuadro “Playa de San Sebastián” (1893) ,en el que Darío de Regoyos presenta a Alfonso XII en su veraneo donostiarra junto a su madre la Reina María Cristina. En este mismo apartado se han seleccionado obras de Anselmo de Guinea (1854-1906), Francisco Iturrino (1864-1924), Juan de Echevarría (1875-1931), Pablo Uranga (1861-1934), Ignacio Díaz Olano (1860-1937), Ignacio Zuloaga (1870-1945) o Fernando de Amárica (1861-1921), si bien estos autores se mueven dentro del impresionismo y sus derivaciones, simultaneando con una pintura más tradicional con tendencias más innovadoras. La progresiva consolidación de la pintura vasca viene dada con la organización de las seis exposiciones de Arte Moderno que tuvieron lugar en Bilbo entre 1900 y 1910. Aurelio Arteta (1879-1970), Ramón de Zubiaurre (1882-1969), Alberto Arrúe (1878-1944) o Gustavo de Maeztu (1887-1947) son algunos de los autores pertenecientes a esta época. Finalmente, un conjunto de artistas nacidos en la última década del siglo XIX y primera del XX conforman las nuevas generaciones de la pintura vasca. En este último apartado, que cierra la exposición, se pueden visitar las obras de pintores como Narkis Balenciaga (1905-1935), Juan de Aranoa (1901-1973), Ramiro Arrúe (1892-1971), José María Urcelay (1903-1979) o Angel Olarte (1897-1924).
Bustos y retratos conforman la coleccion de escultura vasca
J.V.M. GASTEIZ La revisión histórica que plantea el Museo de Bellas Artes hasta el próximo 15 de octubre pasa también por la la disciplina artística de la escultura. De finales del siglo XIX y principios del XX, la escultura en Euskal Herria, debido a dificultades técnicas y el elevado coste de las materia primas, se vio relegada frente a otras disciplinas. Frente a la escasez en el mercado de la época, el Museo de Bellas Artes de Araba posee una importante colección de escultura formada tanto por artistas vascos como por artistas vinculados de alguna manera a Euskal Herria. La muestra se compone de 19 esculturas de un total de 14 artistas vascos y alguna excepción, como la del segoviano Emilio Barral del que se expone la obra “Busto de Juan Echeverría”, por ser un retrato del conocido pintor bilbaino. La corriente tradicional de la escultura la encabeza Higinio Basterra (1876-1957), junto a Lorenzo Fernández de Viana (1866-1929). Las tendencias más modernas llegan de la mano de José Luis Gonzalo Bilbao (1906-1976), discípulo de Ignacio Díaz Olano, y de Nemesio Mogrobejo (1875-1910). Quintín de la Torre (1877-1966) pertenece a la generación novecentista que supone una síntesis entre el idealismo y el realismo figurativo, y Daniel González (1893-1969) pertenece a las tendencias vanguardistas. Otros de los autores que escriben la historia de la escultura son Amador Lucarini (1907-1971), Julio Beobide (1891- 1969), Ricardo Iñurria (1908-1995), Daniel Zuloga (1852-1921), José Benito Bikandi (1894-1958) y Arturo Acebal Idigoras (1912-1977).
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