BRUSELAS
Previsiblemente, los ministros debatirán la idoneidad de que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una nueva resolución, complementaria a la 1.701, que estableció el cese de la violencia entre Israel e Hizbula desde el pasado día 14, para precisar el mandato de la misión de paz.Italia autorizó el viernes pasado su contribución a la fuerza, decisión que fue apoyada por la oposición. D'Alema ha informado de que la contribución de Italia oscilará entre los 2.000 y 3.000 efectivos.
Respecto a la fecha, no hay decisión tomada, y en principio parece que el despliegue no se hará hasta que haya una nueva resolución de la ONU o las partes hayan dado suficientes garantías de que respetarán el alto el fuego. Pero Israel no parece estar por la labor y lleva a cabo nuevas agresiones militares contra Líbano como la que costó la vida a tres milicianos el lunes por la noche.
El Estado español anunció el pasado fin de semana que podría enviar entre 700 y 800 militares a Líbano, si bien la decisión debe esperar la autori- zación expresa del Parlamento.
El envío de tropas españolas, según el Ministerio de Defensa, se produciría siempre y cuando las partes implicadas acepten la presencia de una fuerza internacional y el cese de hostilidades sea permanente, lo que aún no se ha producido.
Alemania enviará unidades de la Marina para labores de vigilancia costera, pero no tropas terrestres ni policías. La misión deberá recibir la aprobación del Bundestag, aunque la oposición la rechaza.
París pide tropas musulmanas
El Estado francés está a la espera de la definición en Nueva York de las reglas que marcarán la misión de la Fuerza Provisional de la ONU en Líbano y de que los estados de la UE expliquen cuál es su potencial contribución a la misión. París es partidario de que haya tropas de países musulmanes en la FPNUL.Bélgica participará en la misión, aunque el Gobierno no ha decidido todavía el compromiso concreto que asumirá.
Bulgaria está dispuesta a enviar tropas y Portugal todavía estudia si envía militares. Eslovenia y la República Checa se han mostrado también dispuestos a colaborar.
Praga estudia enviar algunos expertos, ya que se encuentra «al límite» de sus capacidades, según manifestó el ministro de Exteriores, Ciril Svoboda, el pasado viernes.
El Gobierno de Rumanía no ha descartado participar en la fuerza internacional y el ministro de Exteriores de Eslovaquia, Jan Kubis, dijo a principios de mes que su país podría participar en una misión.
Austria y Gran Bretaña han anunciado de forma oficial que no enviarán tropas a la FPNUL. El Ejecutivo de Londres ha alegado sus compromisos militares en Irak y Afganistán, mientras que Viena no descarta aceptar un aumento del número de sus cascos azules en los Altos del Golán (372 soldados en la actualidad) para que otros países puedan enviar efectivos al sur de Líbano.
Hungría, Croacia, Serbia, Bosnia y Macedonia ya han descartado enviar tropas.
En Suiza, mientras el partido de la derecha Unión Democrática de Centro, liderado por el ministro de Justicia y Policía, Christoph Blocher, se opone al envío de tropas, otros menos conservadores, como el Partido Radical Demócrata, defienden la necesidad de colaborar activamente en el mantenimiento de la paz en Líbano con el envío de efectivos militares.
