Petrolero hundido en Filipinas sigue expulsando crudo
·El Gobierno no sabe qué hacer ante la mayor marea negra de la historia filipina
El petrolero hundido hace once días en las costas de Filipinas, que causó la mayor marea negra en la historia del archipiélago, volvió ayer a expulsar más crudo, lo que amenaza con agravar la catástrofe ecológica. El Gobierno aún no ha decidido si reflotar el barco o extraer el combustible.
MANILA
Mientras los trabajos de limpieza del petróleo en el estrecho de Guimaras (500 kilómetros al sur de Manila) continúan y el Gobierno ha pedido ayuda a varios países, el casco del buque Solar I, donde todavía permanecen gran parte de los dos millones de litros de crudo que transportaba el Prestige llevaba 77.000 toneladas, comenzó de nuevo a filtrar. El petróleo se derrama en el mar a razón de unos 200 litros cada hora, dijo el jefe del servicio de Guardacostas, el vicealmirante Arturo Gosingan.Desde que el Solar I naufragó debido al mal tiempo, el mar y la costa han quedado contaminados por el equivalente a unos 1.500 barriles de petróleo, pero el buque transportaba una cantidad equivalente a 12.600 barriles. El buque está a unos 900 metros de profundidad y las autoridades filipinas todavía no han decidido si tratarán de reflotarlo o de extraer el petróleo restante de su interior. La marea negra ha causado ya daños ecológicos a lo largo de unos 300 kilómetros de la costa de la isla de Guimaras, famosa por sus reservas marinas y destino turístico por sus paradisíacas playas. También ha acabado con el medio de vida de miles de pescadores y con las plantaciones de Guimaras. Greenpeace, que efectuaba en Filipinas una misión con su buque Esperanza como parte de una campaña contra la contaminación marina, advirtió al Gobierno de que el desastre tardará años en ser remediado, al tiempo que ofreció su ayuda.
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