DONOSTIA
La Real alineará el domingo por vez primera desde la temporada del último descenso a jugadores españoles en un derbi en San Mamés, justo un año después de que Amorrortu utilizara en el mismo escenario a doce vascos y Kovacevic y Nihat, que salió en el segundo tiempo, como únicos extranjeros.El 17 de setiembre de 1961 la Real presentó en San Mamés un once formado por Goikoetxea; Irulegi, Gabiola, Elizondo; Etxarri, Juanín; Cacho, Rivera, Simonson, Villa y Larrauri. El partido terminó con empate a tres en uno de los pocos resultados positivos alcanzados en la temporada del último descenso blanquiazul a Segunda.
Fue una temporada marcada por los efectos negativos del traspaso del portero Arakistain al Real Madrid en una operación que motivó la llegada a Donostia a lo largo de la temporada de cinco jugadores cedidos por el club blanco, tres de ellos españoles, lo que rompió con la unidad del vestuario y no ofreció resultados positivos.
Junto al madrileño Rivera, que había llegado dos temporadas antes del filial madridista, jugaron aquella temporada en la Real el valenciano Gallet, el sevillano Villa, el ovetense Herrera, el santanderino Raba, además del sueco Simonson, que también llegó cedido del club madridista al igual que el defensa vizcaino Eguskiza.
Nunca llegaron a coincidir en el campo más de tres jugadores españoles juntos, un récord que previsiblemente se superará el domingo en San Mamés si se confirma lo visto en la pretemporada y Gerardo, Juanito, Diego Rivas y Novo forman en el once inicial de Bakero.
Los cedidos del Real Madrid no dieron un buen resultado y además se generó mal ambiente en el vestuario por las diferentes condiciones en las que estaban unos y otros. Aquella temporada fue muy mala a pesar de la buena aportación final de los jugadores del mejor Sanse de la historia que ocupaba las plazas de honor en Segunda y tuvo que bajar a Tercera arrastrado por la pérdida de categoría del primer equipo.
Cuarenta años sin españoles
Aquella experiencia negativa y la delicada situación económica en la que quedó el club motivó que la Real tuviera un gran recelo al fichaje de jugadores extranjeros en general y españoles en particular. Así el club blanquiazul no alineó a ningún jugador nacido en España que no llegara a Gipuzkoa de niño o pasara por su cantera hasta el debut de Boris con la Real el 15 de setiembre del 2002 en el partido ganado en Montjuic.
El asturiano no llegó a jugar un derbi contra el Athletic y hubo que esperar al de Anoeta del 22 de enero de este año para ver a Novo y Cifu en el once inicial realista. Aprovechando el camino abierto por estos tres jugadores, Bakero ha fichado este verano a Diego Rivas, Gerardo y Juanito con lo que, tras la marcha de Boris, se iguala la cifra de cinco jugadores españoles de la temporada 1961-62.Bakero no ha desvelado aún sus planes, pero parece probable que por lo menos se iguale el récord de jugadores extranjeros alineados en un derbi por la Real. El 27 de setiembre del 2003 jugaron siete en San Mamés Westerveld, Kvarme, Schürrer, Karpin, Nihat, Kovacevic y Lee, aunque nunca han llegado a jugar al mismo tiempo más de seis, cifra que Denoueix presentó de inicio en los dos derbis de esa temporada y Toshack en el de San Mamés de la campaña 2001-2002. En estos tres partidos la Real consiguió un empate y dos derrotas.
Juanito quiere dar una alegría a
la afición blanquiazul
Uno de los españoles que previsiblemente debutarán el domingo en San Mamés con la Real es Juanito, que espera un derbi distinto a los vividos con el Alavés porque «se han enfrentado más veces y es más derbi. En el fondo son tres puntos más, queremos empezar bien la liga y nada mejor que después del sufrimiento del año pasado de la afición darle una alegría y conseguir tres puntos ante un rival al que a la gente le gusta ganar».En esa línea añadía que «para nosotros son tres puntos, pero para la afición es algo más. No es lo mismo ganar al Athletic que a otro rival y más en su campo, en su Semana Grande... Para la afición es muy importante ganar y por eso iremos con mucha ilusión para lograr los tres puntos como sea».
Coincidirá con su excompañero Sarriegi, al que no ha llamado esta semana porque «va a parecer que le llamo para comprarlo. Está contento porque sigue en Primera en un gran equipo y cuando firmamos los dos nos llamamos y seguimos en contacto. Para mí Josu es uno de los mejores centrales de la Liga. Pasó un año difícil, pero va bien por alto, es rápido, es un grandísimo central y el Athletic ha acertado fichándolo».
El espera demostrar que la Real también ha acertado aunque en verano no ha estado como quisiera: «Me ha costado un poco más que a otros compañeros coger el tono físico, pero poco a poco me veo mejor y espero que a partir del domingo se confirme».